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domingo,
21 de
agosto de
2005 |
Atrapan a joven
imputado de
tres asaltos
Escondido en donde barrio Ludueña se transforma en villa. Allí encontraron aguantado a un delincuente de 26 años imputado de, al menos, tres robos calificados en Villa Gobernador Gálvez y Arroyo Seco. Los uniformados de la Brigada de Investigaciones llegaron hasta allí buscando "un aguantadero donde había armas de fuego". En la precaria vivienda del maleante se secuestró una escopeta calibre 20 con caño y culata recortados. "Tenía una bala en la recámara y estaba lista para disparar", explicó un investigador.
Munidos de una orden de allanamiento firmada por la juez de Instrucción Raquel Cosgaya, los vigilantes patearon la puerta de una casa de Magallanes entre Vélez Sarsfield y Gorriti. En un primer momento detuvieron a un hombre que moraba en el lugar y que se identificó como Martín Leonardo Trejo, con domicilio legal en Villa Diego. "Este muchacho estaba repleto de tatuajes. Algo que en el mundo del hampa es sinónimo de antecedentes penales", explicó un investigador.
Pero al indagar en los registros, no había ninguna orden de detención en su contra. Sin embargo, según refieren los pesquisas, desde un primer momento el hombre "dijo estar con libertad condicional y haber salido recientemente tras purgar cuatro años y medio en Coronda", referenció la fuente. Siguiendo los dichos del detenido se ordenó que se le tomaran las huellas dactilares para saber su curricula delictiva. "Mientras estuvo en la celda, se raspó los dedos de las manos contra el piso y la pared para que no se le pudieran sacar los datos", confió.
Finalmente, y tras tomarle las huellas, los uniformados supieron que a quien tenían entre rejas se llamaba Pablo Marcelo Trejo, de 26 años. El joven es sospechoso, sólo este año, de haber cometido tres robos calificados: uno el 13 de junio pasado en jurisdicción de la seccional 29ª de Villa Gobernador Gálvez; y los otros dos -el 8 de enero y el 2 de junio- en el área de cobertura de la comisaría 27ª de Arroyo Seco.
"Cuando lo trasladábamos nos dijo, en forma espontánea, que el arma que buscábamos estaba escondida en una pared de chapas y cartón en la casa de la que lo sacamos", explicó el uniformado. En ese lugar, los vigilantes, hallaron un escopeta calibre 20, marca Amadeo Rossi con una munición en la recámara.
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