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domingo,
21 de
agosto de
2005 |
Los estrenos bajo la lupa de Escenario
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"La secretaria de Hitler"
Calificación: 4 estrellas. Intérprete: Traudl Junge. Dirección: André Heller y Othmar Schmiderer. Género: documental. Duración: 90 minutos. Sala: Del Patio.
Traudl Junge, de 82 años, habla frente a una cámara durante 90 minutos. Sólo alguna placa explicativa y ella misma corrigiéndose o aportando más elementos al verse en un video interrumpen el testimonio de esta mujer que, mucho años después de ocurrida, decide contar casi con frialdad su historia como secretaria del mayor criminal de la humanidad, cargo que cumplió hasta algo más allá del suicidio de Hitler en su búnker berlinés. Casi como en una foto fija, Junge recorre su historia personal, su apoliticismo, su necesidad de trabajo y de romper con su hogar en Bavaria. Lentamente Junge narra cómo Hitler ingresa a su vida por entonces joven, como un ser que sepulta a sus allegados gentilmente, hasta con calidez, en una oscuridad que les impide ver la monstruosidad. La figura de Hitler incita a cualquier cineasta a sobreimprimir su imagen y sus atrocidades, pero los directores de "La secretaria.." optan por no intervenir en el testimonio de Traudl, que conmueve y se conmueve y logra perdonarse poco tiempo antes de morir y tras décadas de silencio.
U.G.M.
"La dama de honor"
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: B. Magimel y L. Smet. Direción: Claude Chabrol. Género: suspenso. Duración: 110 minutos. Salas: Del Siglo, El Cairo, Showcase y Village.
Claude Chabrol logra una película ajustada en el terreno siempre difícil del suspenso. El director plantea un tema bien conocido en la cultura francesa y retomado de alguna manera por el talento estadounidense en Patricia Highsmith: el asesinato como muestra de superioridad. El homicida cree que matar lo hace distinto, un ser singular en la gran masa anónima que es la vida. Lo planteó André Gide en "Los sótanos del vaticano", quien decía haberlo heredado de Dostoievski, aunque quizás todo esté en Edgar Allan Poe. El agregado de Chabrol es mostrar cómo esa superioridad es sólo un punto de vista, el del asesino. Un punto de vista mortal, ya que el homicida puede eliminar al que no le admita su genialidad, pero también un punto de vista que puede ser superado, en el caso de Chabrol por un fetichista, aquel que prefiere un aspecto de la persona a la persona misma (sea un zapato, una ropa interior o un retrato del sujeto de su interés). Paradójico y clásico, Chabrol vuelve a demostrar su maestría.
F.T.
"Vida en pareja"
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: V. B. Tedeschi y otros. Direción: Francois Ozon. Género: drama. Duración: 90 minutos. Salas: Del Siglo, Showcase y Village.
"Vida en pareja" da pistas sobre cómo fracasar en una pareja en sólo cinco pasos. El director François Ozon volvió a poner al frente de la trama a una mujer como motor de la historia, como lo hizo en sus últimas dos producciones, "Ocho mujeres" y "La piscina". Como en esos filmes, y también en los anteriores, "Sobre la arena" y "Gotas de agua sobre piedras calientes", el conflicto radica en la imposibilidad de ajustar el deseo a la realidad y evoca algunas situaciones similares a las que desarrolló en aquellos filmes. "Vida..." comienza con la última etapa que protagoniza un ex matrimonio en una habitación de hotel. A partir de allí va hacia el pasado y da las claves para comprender por qué el fracaso era inevitable. El filme no explica las causas puntuales del naufragio de ese matrimonio, sino que insinúa que conservar el vínculo es sólo una cuestión de voluntad. Además lo hace desde una perspectiva irónica, algo que sugiere con una banda de sonido que acentúa la perspectiva escéptica del director.
R.B.
"Agua turbia"
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: J. Connelly y A. Gade. Direción: Walter Salles. Género: terror. Duración: 105 minutos. Salas: Monumental, Showcase y Village.
Está claro que se pusieron de moda los remakes hollywoodenses de algunos títulos del cine japonés de terror ("La llamada", el mejor ejemplo), y también está claro que lo sobrenatural no es el terreno donde mejor se mueve el director de "Estación Central". "Agua Turbia", está basada en la película original de Hideo Nakata, precisamente el director de la versión original japonesa de "La llamada". La trama vuelve a abordar el aspecto tan arraigado en las cintas japonesas, de la presencia en una dimensión sobrenatural de una persona que irrumpe en la vida cotidiana de otras personas, como una fuerza negativa inevitable a la que no es posible combatir. En esta ocasión, los personajes centrales son una mujer que pasa por un difícil proceso de separación y su pequeña hija. Salles resolvió bien la formalidad narrativa pero luego se pierde en un terreno que no es el suyo y no logra encender esa chispa del género del terror para enganchar al espectador. No es la muerte de nadie que un director haga un filme por encargo, pero lo ideal sería que le ponga onda.
J.L.C.
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