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domingo,
21 de
agosto de
2005 |
Se hicieron conocidos por haber devuelto dinero extraviado por sus dueños
Rosarinos honestos, ahora ejemplares
Una mucama de sanatorio, dos comerciantes, un taxista y una estudiante serán distinguidos por el Concejo
Lucas Ameriso / La Capital
Ninguno de ellos se conocía entre sí, aunque cada uno sabía perfectamente que habían actuado casi en espejo con los otros. Ayer, La Capital reunió a los rosarinos honestos que fueron noticia por haber devuelto a sus dueños sumas de dinero extraviadas. Ahora, el Concejo quiere declararlos ciudadanos "ejemplares". Ellos creen que la distinción servirá para contagiar al resto de la gente y subrayan que lo repetirían una y otra vez. La profunda fe religiosa y los valores morales entrelazan las historias de una mucama de sanatorio, dos comerciantes, un taxista y una estudiante empeñados en repetir una misma actitud: "Nunca quedarnos con lo que no es nuestro".
El proyecto del concejal Gustavo Gerosa presentado ante el cuerpo legislaativo propone otorgarles a estos ciudadanos una distinción, un "diploma de honor", por haber participado en cuatro muestras de honestidad que así lo justifican.
Hacia mediados de diciembre del año pasado, Cristina Becker se encontraba en su rol de mucama del Sanatorio de Niños limpiando un placard de una habitación cuando halló 20 mil pesos, colocó la suma en un sobre y esperó hasta que un hombre desesperado la contactó y pudo reintegrale el dinero. La mujer de 35 años, casada y con dos hijos, habita una humilde vivienda de Seguí al 5000 y no se cansa de repetir que no se siente un ejemplo.
El peluquero Alberto Claudio Broudín fue a la tienda de Edgardo López y Graciela Baroni con intenciones de comprar una bata, pero al probársela encontró un fajo de 4.600 dólares con la inscripción de un nombre y un recibo de una financiera. Los tres comenzaron a indagar y averiguar hasta que encontraron a su dueña, quien se sorprendió al conocer que su padre le había dejado los verdes como herencia.
El 5 de julio pasado, Emilio Ortega terminó de dejar un pasajero en Pueyrredón y San Juan y se percató que en el asiento trasero había un maletín. Al abrirlo descubrió en su interior varios fajos de billetes que totalizaban unos 8 mil pesos. No lo dudó, se comunicó con una radio, brindó sus datos y casi al instante Enrique Mignini estaba del otro lado del teléfono agradeciéndole la devolución del dinero extraviado.
Hace casi un mes, Ruth Schuman estaba en su viaje de egresados en San Carlos de Bariloche, cuando se topó con un sobre conteniendo 50 mil pesos que regresó a sus dueños, desesperados tras la perdida. La adolescente de 17 años, que cursa sus estudios en la escuela Nº409 tuvo su recompensa: en retribución a su gesto le dieron 5 mil pesos de la suma encontrada. "La voy a destinar a ir a la universidad", aseguró Ruth, a lo que el taxista preguntó: "¿No tenés mil que me prestés para comprar cubiertas?".
Parte de la religión
De repente, la reunión para explicar una actitud ciudadana se transformó casi en un testimonio de fe, de esos que suelen verse en los programas de televisión. La mayoría de los ciudadanos "ejemplares" se apoyaron en sus creencias religiosas para explicar la honestidad de sus gestos.
A Cristina y a su marido Jorge Moyano les resultó "familiar" encontrarse con el padre de Ruth, Carlos Schuman. Las explicaciones a su honestidad estuvieron inspiradas en su profunda fe religiosa. En varias oportunidades de la charla con La Capital, sus actitudes fueron justificadas por la guía que ejerce Dios en sus vidas.
"La sociedad cambia en la medida en que uno va encontrando el camino en el Señor. Cristo es real en nuestras vidas como algo cotidiano y la sabiduría viene de lo alto", aseguró Carlos para acotar, después, una reflexión más terrenal: "Siempre tiramos la bronca contra los políticos, pero ahora el pueblo está mal. La que debe cambiar es la gente y debemos esforzarnos para que todos nos pongamos la camiseta de Argentina".
En el tema se enganchó Edgardo López. "Hay dos formas de entender reacciones como éstas. Están los fuertes principios morales que vienen de una buena educación y de una familia bien constituida que implantan valores. Pero también un cambio espiritual en las personas, que sólo Dios lo puede hacer", apuntó este hombre de 32 años, casado y con un hijo.
Emilio no dejó pasar la oportunidad para acentuar su fe católica. "Yo creo en Dios y me puso este maletín en el camino para poder devolverlo. Fui a la búsqueda del hombre que lo extravió y no al revés", dice para asegurar que cuando se enteró lo que hizo Ruth "pensé que los 50 mil pesos podían ser la plata de un secuestro".
Cristina y Jorge son evangélicos, al igual que los Schuman, pero Emilio como católico no hace diferencias. "Es el mismo Dios, sólo que ellos lo ven desde otro lugar".
Para el matrimonio Moyano-Becker no hay "casualidades" con los hallazgos. "Al nene cuando era chico lo llevamos a devolver un chicle para darle el ejemplo. Religión significa unir a Dios con el hombre, en estas épocas de crisis", acotaron.
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Fotos
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Bichos raros. En total tuvieron en sus manos más de 90 mil pesos y no se los quedaron.
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