Protesta caótica. Los tildó de "extorsionadores" y reclamó a jueces y fiscales que intervengan

El presidente descargó una lluvia de críticas sobre los piqueteros duros

Para el jefe del Estado, "los grupos de ultraizquierda son absolutamente funcionales a la derecha" que pide reprimir

El presidente Néstor Kirchner fustigó ayer la "provocación" de "partidos de ultraizquierda que toman calles y plazas tratando de decir que representan el conflicto social" y aseguró que son "absolutamente funcionales a grupos de derecha" que piden represión frente a las protestas y están "buscando víctimas".

Anoche los referentes de estas agrupaciones piqueteras rechazaron las acusaciones de Kirchner al señalar que "el que provoca es el gobierno por no dialogar ni aumentar los planes sociales".

Por su parte, el jefe del Estado también criticó con dureza a la conducción del conflicto salarial que mantienen los trabajadores no médicos del hospital Garrahan, al que calificó de "toma".

Respecto de los piqueteros, Kirchner señaló que tienen "actitudes absolutamente provocadoras" y que "están tratando de provocar un gesto de autoridad del gobierno buscando el marco de la represión".


Hora de actuar
Fue entonces cuando advirtió: "Como soy absolutamente democrático, estoy esperando que actúen los jueces y los fiscales de la Nación, como corresponde".

"No me van a provocar a reprimir", prosiguió Kirchner en su primera réplica pública a la semana nacional de protestas que ayer pusieron fin los piqueteros del denominado sector duro, que -además de marchar y cortar calles y puentes- acamparon en la Plaza de Mayo y en el puente Pueyrredón (ver aparte).

"Prefiero pagar todos los costos políticos que haya que pagar, pero creo en la ley, las instituciones y la democracia. No debo caer en ninguna provocación", enfatizó el primer mandatario.

Kirchner incluso retrucó a los sectores que piden reprimir las protestas. "Recordemos lo que ocurrió en el puente Pueyrredón. Después todos se asombran y se tocan el pecho", dijo en referencia a los asesinatos de los piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, registrados el 26 de junio de 2002, en la llamada masacre de Avellaneda.

Durante el mismo discurso que pronunció en la Casa Rosada al anunciar obras en Tucumán, el presidente también cargó contra el personal no médico del Garrahan, que ayer cumplieron la última jornada de un paro de 72 horas en el marco de un plan de lucha que ya lleva varias semanas.

"Ustedes vieron lo que dijo en una revista de actualidad el señor que dirige la toma, protesta, o como se llame, del hospital: que no cree en las democracias y que el mejor gobierno había sido, creo, el de (Vladimir) Lenin", subrayó Kirchner.

Al respecto, el jefe del Estado concluyó: "Es lógico, porque si no creen en la democracia recurren a todo este tipo de procedimientos". En una entrevista publicada por la revista Debate, el sindicalista Gustavo Lerer había opinado que "el modelo más correcto fueron los primeros años de la revolución de Stalin en Rusia".

"Nos encontramos con hechos que son francas provocaciones, con partidos de ultraizquierda que toman calles y plazas tratando de decir que representan el conflicto social", cuestionó.

Según el presidente, "si representaran algo lo veríamos expresado en las elecciones". Por eso pronosticó que en los comicios del 23 de octubre próximo "estos grupos, tanto el Partido Obrero (PO) o como se llamen, tendrán una representación que será absolutamente insignificante".

"No representan a nadie pero vienen a provocar. Están buscando víctimas o que la sociedad argentina confronte", sentenció antes de colocar un manto de dudas sobre la procedencia y la forma en que se financian los grupos piqueteros: "No se sabe quiénes los ayudan pero sí que son absolutamente funcionales a los sectores de la derecha".

En sintonía, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aseguró que el gobierno "no entrará en la provocación" de los piqueteros y reclamó la intervención de jueces y fiscales.

Los piqueteros marcharon, cortaron calles y puentes y acamparon frente a la Rosada.