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sábado,
20 de
agosto de
2005 |
Batistuta dijo que su peor recuerdo es el Mundial 2002
Gabriel Omar Batistuta (36 años), el máximo goleador de la historia en la selección argentina, dijo que su mayor frustración fue el fracaso del equipo nacional en el Mundial de Corea-Japón 2002 y que su satisfacción más grande fue "poder jugar en Estados Unidos 1994". Como no podía ser de otra manera, el Bati también tuvo un recuerdo para Newell's, la entidad que lo formó, al sostener que "mi mayor recuerdo es para Ñuls, porque ahí me formaron como jugador". Y dejó una semblanza de su carrera al señalar que "sabía cuales eran mis limitaciones como jugador y todo lo que hice fue en base al esfuerzo".
"Nadie tiene una idea de todo lo que trabajó ese grupo de 2002 en Japón para jugar y ganar ese Mundial (la selección quedó eliminada en primera fase). Teníamos plantel para ganar, pero algo no funcionó", opinó el ex delantero en una entrevista televisiva.
El ex jugador de Newell's, River, Boca; Fiorentina, Roma e Inter, de Italia; y Al Arabi, de Qatar, señaló que "en el orden personal, el fracaso de ese Mundial fue muy doloroso porque yo sabía que, a diferencia de otros muchachos, no iba a tener revancha en otro torneo de esa envergadura, por mi edad".
La contracara de esta frustración vistiendo la camiseta argentino la constituyó haber podido jugar el Mundial en Estados Unidos 1994. La mayor alegría de Bati fue "ingresar en el campo de juego de Boston, detrás de un monstruo como Maradona (Diego)".
"Me había propuesto ese objetivo en 1990 mientras miraba el Mundial por televisión y jugaba en River Plate, donde casi ni me tenían en cuenta. Pero luego mi paso por Boca me permitió hacerme, primero, un lugar en el equipo y después en la selección. Llegué a un Mundial sólo con trabajo y tesón", agregó el máximo goleador del seleccionado.
Ahora, cuando hace unos meses que está retirado de las canchas, Batistuta tiene el deseo de ser dirigente de fútbol, "para enseñarles a los chicos una conducta y que la vida es algo más que una pelota", pero que "por ahora es nada más que una idea", aunque espera llamados.
Batistuta analizó que "me costaría mucho ser director técnico, porque yo no entiendo el fútbol sin mucho trabajo. Sería muy exigente y me quedaría sin jugadores, ya que todos me tendrían que demostrar, día a día, sus ganas".
"Si consiguiera que 20 de jugadores se esforzaran como yo pretendo, tendríamos la mitad del éxito asegurado", añadió.
Aseguró que en algún momento podrá plasmar sus ideas y no le interesa "si es en un club grande o en uno de un pueblo. Lo importante es poder ayudar a los jóvenes".
El ex jugador nacido en la ciudad santafecina de Reconquista comentó que "desde que dejé de jugar (hace unos meses en Qatar) no volví a correr" y explicó: "De la rodilla para abajo estoy a la miseria. Actué muchas veces golpeado, con lesiones y no encontré nunca a la gente que me dijese que pare a tiempo".
Aunque reconoció que a medida que adquiría experiencia "sabía cuando no estaba en óptimas condiciones, pero jugaba igual porque soy un cabeza dura".
También señaló que "mi mayor recuerdo es para mi época de Newell's. Cuando llegué, no podía correr cien metros. Tenía unas diferencias enormes con los chicos que ya estaban en el club como Fernando Gamboa o Darío Franco, pero allí me formaron, porque yo tenía un cuerpo y una cabeza distintos a los demás".
Rememoró su pasado en las inferiores de Newell's cuando "había 800 jóvenes y se vendían tres o cuatro al exterior por año", para referirse a todos los que se quedaron en el camino y que "es necesario educar para que no piensen que todo pasa por una pelota" y una vez que se termina el sueño del fútbol "puedan trabajar en cualquier otra cosa".
Por último, sostuvo que antes de retirarse tenía dudas sobre cómo asumiría que es un ex jugador. "Pensaba que extrañaría, pero nada de eso ocurrió. Me siento muy cómodo con esta nueva vida". (Télam)
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