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sábado,
20 de
agosto de
2005 |
La Iglesia, en desacuerdo
En alusión a la beba concebida por una lesbiana mediante una fertilización asistida, el sacerdote cordobés Pedro Torres "el ámbito natural donde deben nacer los niños es el matrimonio. La inseminación, como intervención científica, no puede sustituir la sexualidad de un matrimonio".
"La medicina está para dar soluciones pero no para suplir o manipular lo natural", expresó el sacerdote, especialista en teología moral. El religioso manifestó que "no todo lo técnicamente o científicamente posible es éticamente aceptable. Hay que discernir los límites éticos de la ciencia y no utilizarla sólo para satisfacer caprichos".
"Procrear es participar de la obra creadora de Dios, con responsabilidades y con condiciones. Un hijo debe tener un padre, una madre y un espacio de amor", señaló Torres.
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