Nueva familia. Es hija de una psicóloga y una contadora cordobesas, que son pareja desde hace siete años

Dos lesbianas tuvieron una beba concebida por fertilización asistida

La niña nació el martes por cesárea, pesó 3,600 kilogramos y se halla en buen estado, junto a su madre

Una mujer lesbiana que se sometió a una inseminación artificial dio a luz una beba en la ciudad de Córdoba, a la que criará junto a su pareja.

La beba nació el martes último por cesárea en un centro médico privado de la capital provincial y pesó 3,600 kilogramos. La mujer, que se sometió a una inseminación artificial y cuya identidad no se difundió, se encuentra en buen estado de salud, al igual que la pequeña hija, informó ayer el diario La Mañana, de Córdoba.

En medio de un gran hermetismo por parte de las protagonistas, se informó que la flamante madre es cordobesa, tiene 39 años y es psicóloga, mientras que su pareja, también oriunda de Córdoba, tiene 37 y es contadora. El caso trascendió a principios de este mes, cuando se informó que la mujer había quedado embarazada por inseminación artificial, a través de un tratamiento que había iniciado en la ciudad de Buenos Aires.


Madre ya no hay una sola
Las dos mamás, como ellas quieren ser llamadas, son pareja desde hace siete años y debieron recurrir a ese método de concepción después de fallar en distintos tratamientos de fertilización asistida. Las mujeres llevaron el embarazo con mucha reserva y en el ámbito médico su situación sólo era conocida por un cirujano de la clínica, de mucha confianza, y por el ginecólogo que controló la gestación durante nueve meses. Para poder vivir este momento con absoluta privacidad y tranquilidad, las mujeres dejaron la ciudad de Córdoba y se afincaron en otra localidad, que no fue dada a conocer.

Esta historia se suma a la de la pareja de hombres, padres de dos gemelos, que el jueves apoyaron al proyecto de ley de unión civil a nivel nacional, que prevé la adopción y la herencia a las parejas del mismo sexo.

Josefina Fernández, antropóloga especialista en temas de diversidad sexual y miembro del grupo feminista "Ají de Pollo", destacó la importancia de que estos temas "se conviertan en una instancia de debate público, producto de una lucha cultural".

Según Fernández, el caso de las lesbianas es tomado de manera más benigna por los detractores de estas nuevas formas de familia, porque al ser mujeres, de algún modo es esperable que sean madres. "Finalmente son mujeres, y el mandato biológico hacia la maternidad es una camino sin retorno", aseguró la especialista.

La especialista no se sorprendió de la repercusión que tuvieron ambos casos en la prensa. "La reacción es la esperable", dijo, pero coincidió con el análisis que anteayer realizó Martín Farach-Colton, uno de los padres de los gemelos, en el sentido de que la curiosidad inicial iba a dejar paso a la costumbre. "Si fue un escándalo cuando se propuso la ley de unión civil para la ciudad de Buenos Aires, este tema que cuestiona la paternidad por parte de los homosexuales hace mucho más ruido, pero va a ir pasando", señaló.

Para Fernández, este tipo de relaciones abre una puerta que genera "mucha convulsión porque se está habilitando un tipo de reproducción biológico y social que es muy nuevo".

"Los detractores se preguntan ¿qué va a pasar?, ¿nos quedamos sin familia?, y consideran que de esta forma se están abriendo las puertas del infierno, cayendo en el absurdo. Pero lo realmente importante es que estos temas se han instalado en el foro público", concluyó. (Télam)