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sábado,
13 de
agosto de
2005 |
Invitada especial del presidente Hugo Chávez
-¿Por qué la convocó el presidente Hugo Chávez?
-Me presenté, con el seudónimo de Victoria Gaviria, al concurso de ensayos del Convenio Andrés Bello (CAB), un certamen con un jurado internacional y con un ensayo sobre integración latinoamericana. Y justamente el libro se llama "De Simón Rodríguez a Paulo Freire. Un ensayo sobre la integración iberoamericana", con eje en la educación. Planteo allí que las grandes preguntas de Simón Rodríguez, que fue la gran figura de la educación venezolana, el maestro de Bolívar, y de principios del siglo XIX, no fueron respondidas y aún tienen vigencia. Son preguntas que se refieren a quién debe ser el sujeto de la educación, a cuál es el lugar de las clases desposeídas en la educación y la idea de que el educando debe ser latinoamericano. Ese es el planteo básico, con un recorrido histórico que llega hasta el neoliberalismo. El trabajo ganó el primer premio y fue publicado por el CAB. El presidente Chávez conoció el libro a través de su ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, y lo anunció un domingo, en su programa "Aló presidente", donde también aconsejó leerlo. Ocurrió entonces que en Venezuela todo el mundo buscaba el libro pero no estaba editado. Entonces Chávez le pidió al CAB una edición de cinco mil libros que regaló a los docentes. Más tarde mi libro se presentó en Venezuela al cierre de un congreso pedagógico donde había más de cinco mil educadores. Lo emocionante es que en Venezuela a los libros que se presentan los bautizan con pétalos de rosa. Para esa ocasión me invitó Chávez.
-¿Qué conoció de la educación venezolana actual?
-Están haciendo un gran esfuerzo por una reforma muy profunda. Venezuela tiene su tradición propia de educación activa, introducida en los años treinta por el educador Figueroa. De alguna manera es una tradición de escuela activa muy parecida a la de la educación santafesina. Me sorprendió porque pensé que iba a encontrar cambios parecidos a los cubanos, sobre todo porque la campaña de alfabetización ("Yo sí puedo") se basa en la experiencia de Cuba. Pero el resto de la reforma propone continuar una tradición propia, la de Simón Rodríguez. También me pareció importante la participación que le están dando a los padres, las familias; el camino a instituciones integrales que atiende a todas las franjas de edades. Rescato además la visita a un pueblo llamado "de las hamacas", porque en ese poblado la fabricación de hamacas es su principal actividad. Allí, con ayuda del gobierno, formaron una cooperativa de productores que está reflejada en una escuela, que tiene talleres que apoyan la capacitación de los chicos que más tarde van a trabajar en la cerámica y la fabricación de hamacas de un pueblo que vive de esto. En Venezuela se está haciendo un gran esfuerzo, sobre todo en los sectores campesinos.
-Decía que esa experiencia le recordó a la tradición de la educación santafesina, ¿por eso le regaló su libro premiado al gobernador Obeid?
-Se lo regalé por una amistad que tengo con él. Me pareció muy interesante darle este libro, que fue considerado -entre otros- por los rectores que integran el CAB, por la propuesta final que hago para la integración educativa latinoamericana.
-¿Para qué la convocó el gobernador Obeid?
-Al gobernador lo conozco de los años 70. Luego trabajamos juntos en el Congreso de la Nación en la elaboración de la ley nacional de ciencia y técnica. La vinculación actual es con mi grupo de investigación de la Appeal. La idea es que diseñemos una consulta (educativa), que no tendrá nada que ver con el proceso electoral que se avecina, que llegará a todos los sectores políticos y sociales. Se trata entonces de diseñar aspectos político-técnicos para que sean consultados todos los sectores políticos y sociales, porque todos tienen algo para decir sobre la educación. Ese es el pedido que nos hacen la ministra (Carola Nin) y el gobernador Obeid. En eso estamos conversando.
-¿El diseño de esta consulta es mirando a una futura ley de educación provincial?
-Sí, mirando a una futura ley de educación de la provincia. Y a una posición de la provincia en relación a las leyes nacionales de educación. Lo estamos conversando.
-¿Por qué la distinción entre consulta y congreso?
-Lo que remarcamos es que la idea es hacer una gran consulta a todos los sectores. Algo que ya hicimos en la provincia de Buenos Aires (donde participaron más de 175 mil docentes y fue públicamente monitoreada, y seguida de cerca su evaluación, por distintos sectores). Lo distinguimos del congreso en el sentido restringido. Si se llama congreso a una consulta que se hace al conjunto de la provincia, bueno que se llame congreso. Igual si se pone en marcha es un proceso que debe durar varios meses.
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