La política educativa nacional y el marco normativo

Puiggrós: "Pedir que se deroguen las leyes de educación puede ser peligroso"

La pedagoga sugirió una revisión crítica. Fue convocada por Obeid para diseñar una consulta

Marcela Isaías / La Capital

"Hay que tomar las leyes (educativas) de los 90 y revisarlas, ver qué resto le quedan de la educación democrática, gratuita y obligatoria de otras normas anteriores. Porque si reclamamos que «deroguen todo» no vemos que lo que se viene puede ser más peligroso que lo que tenemos". La idea la repitió con más de un ejemplo y en más de una oportunidad la pedagoga y doctora en educación Adriana Puiggrós a lo largo de las casi dos horas que duró su conferencia y posterior charla con los 250 asistentes que fueron a escucharla, el miércoles pasado, a Humanidades y Artes. En el medio, apostó a revisar la ley federal de educación, a través de consultas a todos los sectores. Por ese mismo tema ha sido convocada por el gobernador Jorge Obeid para trabajar en Santa Fe.

Puiggrós es la directora del grupo Alternativas Pedagógicas y Prospectiva en América Latina (Appeal), además de una reconocida especialista en historia de la educación. Fue invitada por la Escuela de Ciencias de la Educación de la UNR a disertar sobre "La política educativa nacional y la revisión de su marco normativo".

Antes de comenzar su disertación propuso poner las leyes que regulan el actual sistema educativo en la Argentina sobre la mesa y revisarlas con un espíritu crítico y autocrítico. Con esa misma idea se posicionó contraria, en más de una ocasión, a pedir que "se derogue todo", porque -insistió- "pedir que se deroguen las leyes de educación puede ser peligroso". Es más, consideró necesario evaluar qué rescatar de cada artículo de las normas vigentes.

Y de hecho el primer ejemplo que mencionó fue el de la ley de educación superior. Puiggrós consideró entonces que sería una barbaridad no defender la autonomía que señala esta ley, en momentos en que la Organización Mundial del Comercio (OMC) asecha a los países para que declaren a la educación como un bien comercializable.

"Perderíamos la autonomía y quedaríamos a merced del mercado, de la privatización de la educación", advirtió entonces la educadora argentina. Pero, junto a esta alerta, recordó que en esa misma ley figura la palabra "autarquía", introducida por el neoliberalismo con el fin de que a futuro las universidades y el sistema de educación superior sea autofinanciado y, en un paso inmediato, privatizado.

La idea de reflexionar críticamente estuvo entonces más que justificada.

El mismo parámetro de análisis usó para hablar de la ley federal de educación. En otro lugar de los discursos esperados, Puiggrós se inclinó por rescatar los principios de gratuidad, obligatoriedad, laicidad, entre otros, establecidos en esta norma. Pero decididamente contraria a la estructura que planteó para la escuela, sobre todo la media, porque dejó a los adolescentes sin un espacio propio, en un momento donde la exclusión social crecía: "Los condenó a la calle, a la esquina con el porrón, o a los boliches caros".

Aquí la pedagoga sorprendió a los asistentes al decir que le parece buena la filosofía del polimodal, porque da respuestas a una vieja idea socialista de pensar la escuela para el trabajo. Claro que luego debió aclarar que "el problema es que lo que falta es el trabajo para los jóvenes".

"Sí,creo que hay que derogar la ley de transferencia y aprobar una ley de organización y financiamiento", dijo convencida a la hora de continuar con el análisis de las normativas que rigen la vida argentina. Aunque consideró que la "ley de financiamiento que se discute hoy es incompleta y coyuntural".

Para Puiggrós el mayor déficit está en la falta de planificación en el sistema educativo. "Se cree que la planificación es contraria a la democracia. Pero la verdad es que el mercado saca provecho de esto, de cuando no hay planificación", recalcó entonces.

Además de dedicar un buen tiempo al debate sobre la articulación (o falta de) entre las universidades y los institutos de formación docente, la educadora hizo hincapié en la necesidad de pensar los procesos de cambios y revisión en una proyección más amplia. "Tenemos que dar un salto, pensar de una manera más abarcativa, más nacional, más federal, teniendo a la vista siempre el futuro de nuestros alumnos", señaló.

Esa misma proyección educativa es la que volcó en el libro (aún no se consigue en la Argentina) "De Simón Rodríguez a Paulo Freire. Educación para la integración iberoamericana", premiado por el Convenio Andrés Bello, un organismo internacional e intergubernamental que trabaja por la integración iberoamericana en materia de educación, cultura, ciencia y tecnología, y que tiene sede en Bogotá.

Puiggrós: "La ley de financiamiento que se discute es incompleta y coyuntural".