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sábado,
06 de
agosto de
2005 |
Advierten sobre medidas contra musulmanes británicos
Londres- El gobierno del primer ministro Tony Blair defendió hoy sus planes para reprimir a clérigos extremistas islámicos que predican el odio, mientras críticos advirtieron que las medidas podrían enajenar aún más a los musulmanes británicos.
El jefe de la judicatura británica, el Lord Canciller Charles Falconer, dijo que los letales ataques del 7 de julio en Londres muestran que el gobierno debe actuar contra personas que "están alentando a los adolescentes a convertirse en atacantes suicidas".
Desde los atentados en tres vagones del tren subterráneo y en un autobús, en que murieron 52 personas y cuatro presuntos atacantes suicidas, el gobierno de Blair ha intentado robustecer el apoyo entre sus rivales políticos y líderes islámicos para la sanción de nuevas leyes contra el terrorismo.
El viernes, Blair anunció propuestas para deportar a extranjeros que hagan la apología de actos de terrorismo, impedir a extremistas ingresar a Gran Bretaña, cerrar mezquitas vinculadas con sectores extremistas, y, de ser necesario, modificar leyes que protegen los derechos humanos.
Blair dijo que el gobierno también hará una lista de sitios en la internet, librerías y centros en que se incite al odio y a la violencia. Los ciudadanos británicos que cometan esos actos serán encarcelados.
La capacidad de Gran Bretaña para deportar a extranjeros ha sido afectada por leyes que protegen los derechos humanos. Como firmante de la Convención Europea de Derechos Humanos, Gran Bretaña no puede deportar personas a un país donde pueden ser torturadas o ejecutadas.
El gobierno de Londres ha estado buscando garantías en varios países como Argelia, Túnez, o Egipto, para asegurarse que los sospechosos serán tratados de manera humana si se los deporta. El gobierno ya ha alcanzado un acuerdo con Jordania.
El líder del partido Demócrata Liberal Charles Kennedy advirtió que las medidas podrían enajenar a la mayoría de los 1,8 millones de musulmanes de Gran Bretaña, que son ciudadanos respetuosos de la ley, e inflamar tensiones. (AP)
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