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sábado,
06 de
agosto de
2005 |
Terror en el mar
Rusia revive el
drama del Kursk
La encalladura del submarino ruso AS-28 en el Pacífico reflotó ayer el recuerdo de la catástrofe del hundimiento del submarino nuclear Kursk, también ruso, que costó la vida a sus 118 tripulantes en el año 2000.
El 12 de agosto de hace cinco años, el submarino nuclear ruso Kursk se hundió a causa de una serie de explosiones internas a 108 metros de profundidad, en el mar de Barents, con 118 marinos a bordo.
La noticia del hundimiento se conoció un día después, pero la ayuda internacional, en la que intervinieron equipos de rescate británicos y noruegos, fue solicitada por el gobierno ruso una semana más tarde, perdiéndose un valioso tiempo para rescatar a los posibles sobrevivientes.
La catástrofe del Kursk conmovió a la opinión pública rusa y reavivó una polémica por el hermetismo oficial en los días de la tragedia, por la asistencia para socorrer a los tripulantes y por la tardanza del Kremlin en aceptar la ayuda internacional para el rescate.
El presidente ruso, Vladimir Putin, quien en el momento de la tragedia del Kursk estaba de vacaciones a orillas del Mar Negro, regresó a Moscú una semana después, hecho que fue criticado por la prensa local.
"Si alguien es culpable, debe ser castigado sin lugar a dudas, pero debemos tener una visión objetiva de las causas de la tragedia y de la manera cómo se desarrollaron las operaciones de socorro", dijo entonces el mandatario.
Más de dos meses después de la tragedia fueron rescatados los primeros cuatro cadáveres en el submarino, mientras que una carta encontrada a uno de los tripulantes señalaba que 23 marinos sobrevivieron un tiempo después del hundimiento del sumergible.
Lenta agonía
La nota hallada a uno de los tripulantes, el teniente de navío Dimitri Kolesnikov, reveló que "23 de los 118 marinos sobrevivieron (un tiempo) a la catástrofe" y describió a duras penas en la oscuridad la terrible muerte lenta de los tripulantes del Kursk.
La revelación de que había sobrevivientes reavivó el dolor al confirmar la lenta agonía de los marinos ante la falta de ayuda por parte de las autoridades rusas que, al llegar demasiado tarde, hizo sospechar el deseo de ocultar las verdaderas causas del accidente.
El hundimiento del Kursk fue descripto por expertos como el "peor desastre naval del país en tiempos de paz".
La investigación oficial sobre lo ocurrido se cerró dos años después y muchos familiares de las víctimas no quedaron satisfechos con la versión oficial ya que, estiman, los 23 marinos estarían vivos si la marina rusa hubiese reaccionado a tiempo. (Télam-SNI)
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