En el jardín, una tarea cotidiana

Sofía Méndez es una joven maestra jardinera convencida de que la lectura ocupa un lugar clave en las salitas, desde la más temprana edad. Pero la profesora en la materia pone énfasis en no descuidar el sentido lúdico, ocasional y oportuno de acercamiento a los textos.

Realiza su trabajo en el jardín de la escuela Vivir y Convivir (Magallanes 655). "Los chicos disfrutan con las imágenes, mirando cuentos, repitiendo palabras, con canciones y figuras de animales", dice Sofía como relatando una tarea que para ella es cotidiana y sin secretos.

La sala donde trabaja Sofía con sus alumnos se llama "Las ranas de las nubes", un nombre elegido por los mismos chicos y que muestra que la imaginación ocupa distintos espacios.

En esta tarea la familia no queda afuera. Como ejemplo, la maestra cuenta que con los padres construyeron una biblioteca de madera y luego la completaron con libros confeccionados en el jardín o aportados desde la casa. "Ahora estamos diseñando enciclopedias", agrega Sofía a su comentario, y asegura que el trabajo de lectura en el jardín, desde muy temprana edad, requiere "ser muy respetuosos de los chicos, para que les resulte un placer leer, un descubrimiento permanente".