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 sábado, 06 de agosto de 2005  
La precariedad y falta de recursos ponen al Pami I en el centro de la polémica
A una paciente los familiares la cambiaron de efector y pidieron a una escribana que constatara el estado del lugar

Precariedad, falta de elementos y recursos, éxodo de pacientes. El Pami I parece estar perdiendo su prestigio y colecta quejas. Como la de los familiares de una paciente a la que recientemente retiraron del centro asistencial tras corroborar falta de higiene y la carencia de cuidados. Nelly Borghy resultó, según el testimonio de sus descendientes, con infecciones, escaras y heridas por falta de asepsia y de utilización de los materiales imprescindibles en el centro de calle Sarmiento al 300.

La familia, al comprobar el cuadro, hizo la constatación por una escribana y retiró a la mujer, que fue trasladada a un sanatorio particular. La profesional verificó las "precarias condiciones" que presentaba el lugar. "Las autoridades deben dar una respuesta acerca de la causa de la suciedad y la falta de elementos. Los mismos empleados se quejan de la ausencia de recursos para trabajar", dijo a La Capital la escribana Georgina Tietjen, convencida de que las malas condiciones del Pami no están relacionadas con fallas en el trabajo de los empleados, sino con la falta de recursos y personal. "En el policlínico los vidrios están pegados con cinta de engomar y no hay fundas en las almohadas, ni frazadas; en todos los rincones hay suciedad y el mal olor impide respirar bien", afirmó.

La escribana intentó hablar con el director del establecimiento para pedirle una explicación, pero los empleados le dijeron que ya se había retirado.


Otros sucesos
Esa secuencia estuvo a poco de coincidir con otros dos sucesos que alteraron la vida del policlínico: primero ocurrió un corte de energía extendido al no arrancar los generadores mientras se desarrollaba una cirugía, y luego, una pérdida de agua desde un tercer piso terminó inundando parte de la planta baja.

La confirmación por parte de delegados gremiales de los hechos vino acompañada de otros comentarios y descripciones. Fuentes consultadas por este diario aseguraron que "el generador estuvo casi una hora sin responder y aparentemente por falta de combustible". Y que la inundación "en planta baja y terapia ocurrió porque los desagües estaban tapados y el agua terminó bajando por las escaleras".

Según afirman, el policlínico "exige una presencia mayor por parte de los responsables, que no deberían retirarse a las dos de la tarde", y que en el caso de la mujer aparentemente abandonada "los familiares actuaron con valentía al comprobar las irregularidades y el estado en que se encontraba ella".

Las mismas fuentes aseguraron que el Pami dejó de funcionar como hace tres años, cuando los jubilados solicitaban internarse y ser atendidos en el lugar. Según parece, esta tendencia se estaría revirtiendo y ahora "los afiliados piden pasarse a la red", es decir, a los sanatorios privados que tienen contratación con la obra social de los jubilados. El mecanismo al que recurren es el cambio del médico de cabecera.
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