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domingo,
31 de
julio de
2005 |
La opinión de Juvenal Olmos
La posibilidad de que jueguen juntos existe. Lo que ocurre es que Manso está en un proceso de reencantamiento con él mismo. Tiene que dejar de ser la eterna promesa, el niño mimado de los hinchas y transformarse en alguien importante. Que sea trascendental dentro del campo de juego. Para lograr eso tiene la obligación de atacar y generar fútbol, pero además no debe desentenderse del juego y tiene que ayudar en la recuperación. Lo importante es que veo que está comprometido con lograr algo que debió exigírsele no ahora, sino hace mucho tiempo".
El puesto natural de Ortega es delantero. Su gran condición es el desequilibrio, el freno, el arranque, definir bien las jugadas en complemento con otros compañeros. Esas cosas no se pueden perder. Lo que estamos buscando es salirnos de los once jugadores y arrastrar a dos o tres que estén en buen nivel y que no jueguen. A veces los partidos no se ganan con los once titulares, sino con los que están en el banco".
En ofensiva no hay una figura cerrada porque Steinert y Scocco andan bien. De esas cuatro figuras (sumando a Ortega y Manso) tendrían que salir los cuatro futbolistas que jugarán de mitad hacia arriba. De todas maneras, Manso lo hizo bien, lo mismo que Ariel, y el único que gana es Newell's. No nos podemos quedar con que sólo hay dos motivados y los que están afuera no. La virtud es que los cuatro están esforzándose para dar a entender que el equipo los necesita".
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