Los estrenos bajo la lupa de Escenario

"Kung-fusión": La exaltación del género
Calificación: 4 estrellas. Intérpretes: S. Chow y Y.Wah. Dirección: Stephen Chow. Género: acción. Duración: 95 minutos. Salas: Monumental, Showcase y Village.

El novelista y viajero Paul Theroux decía que los chinos habían inventado todo (la imprenta de tipos móviles, el papel higiénico, la pólvora...) pero que después, por algún motivo, lo habían olvidado y dejado que otros se adjudicasen la novedad. Con el cine de artes marciales, pasa algo similar. En los últimos tiempos Hollywood jugó a adueñarse de esa fantasía china y la usó en "Matrix" y "Kill Bill", entre las más logradas, por no hablar de las producciones estadounidenses de Jackie Chan. Sin embargo, el filme de Stephen Chow muestra quién entiende mejor que nadie al género y es capaz de conservar su espíritu, renovarlo y apoderarse de los beneficios del cine de otras latitudes. Así, la película de Chow por momentos recrea el clima de "Delicatessen", de Jean Pierre Jeunet, y en otros redirecciona lo que "Matrix" y compañía le deben al cine chino. "Kung-fusión", con su mezcla de acción y comedia, es una película sorprendente, equiparable, en impacto aunque no en densidad, al trabajo que sobre el género hizo Zhang Yimou en "Héroe" y "La casa de las dagas voladoras".


"El hombre del bosque": Algo parecido a la piedad
Calificación: 4 estrellas. Intérpretes: K. Bacon y K. Sedgwick. Dirección: Nicole Kassell. Género: drama. Duración: 87 minutos. Salas: Del Siglo, Monumental y Showcase.

El debut de la directora Nicole Kassell asumió riesgos al querer contar una historia sobre algo de lo que no se habla y que tampoco se muestra: la paidofilia, el abuso de menores. La realizadora presenta la historia de Walter, un hombre que sale de la cárcel tras doce años de condena por haber abusado de cuatro niñas. Walter intenta volver a la vida cotidiana pero no le resulta fácil. Primero están allí sus fantasmas y luego la mirada de los otros, que consideran el abuso como el peor de los crímenes y dan por hecho que no hay rehabilitación posible. La directora consigue exponer la historia con un pulso firme, similar al de algunos filmes de Clint Eatswood. Y en esa exposición se destaca el trabajo actoral de Kevin Bacon, un actor conocido pero enrolado, en general, en películas menores. Con todo lo monstruoso del caso, Bacon consigue que la suerte de su personaje interese, que algo parecido a la piedad llegue hasta el espectador. Una buena película que hace esperar mayores logros de la directora.


"Cama adentro": Los mundos incompatibles
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: N. Aleandro y otros. Dirección: Jorge Gaggero. Género: drama. Duración: 87 minutos. Salas: Monumental, Showcase y Village.

El director Jorge Gaggero describe en su debut la decadencia de una mujer que alguna vez fue rica. De aquel pasado le quedan un departamento difícil de mantener, algunos objetos de valor que vende para subsistir y una mucama que está con ella desde hace 28 años. Los personajes están ajustados a los objetivos del director que se propuso mostrar dos universos supuestamente incompatibles. En el caso de Aleandro roza el estereotipo cuando tiene que poner de relieve su costado arrogante, pero sobresale cuando muestra su ruina. Norma Argentina, como la mucama, realiza un trabajo notable bajo el aspecto de una mujer invulnerable, pero sensible. El filme muestra dos universos desolados y unidos por una historia común. Las mujeres tienen casi la misma edad y comparten más de un secreto, a pesar de lo cual no logran comunicarse. Se aprecian y se necesitan, pero no pueden superar el abismo arraigado en el imaginario popular, tanto de un lado como de otro, sobre señoras y mucamas.


"La masacre de Texas": Asesinos eran los de antes
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: J. Biel y J. Tucke. Dirección: Marcus Nispel. Género: terror. Duración: 95 minutos. Salas: Monumental, Showcase y Village.

De arranque nomás, "La masacre de Texas" peca de falta de originalidad. Al tiempo que se sube al lomo del revival del género de terror que apareció en los últimos años, es además una remake del hiperclásico de 1974 "El loco de la motosierra". Y, encima, tiene dos grandes problemas: es una versión lavada de la imagen porosa, urgente y nerviosa del filme original, y apuesta al susto rápido en lugar de la atmósfera terrorífica. Así, la película se convierte en una historia más de adolescentes corridos por un asesino. Demasiado previsible. La nueva historia: un grupo de jóvenes encuentra vagando por una ruta a una adolescente totalmente alterada, y tratando de ayudarla no hacen más que caer en la casa de un hombre que practica el canibalismo. Una vuelta de tuerca a aquella historia setentista del trabajador de Texas en cuya granja la policía encontró los cadáveres de 33 víctimas. El mismo asesino que se hizo famoso cubriéndose la cara con la piel de sus víctimas y empuñando una sierra eléctrica.