Escondido. La Policía Federal sorprendió en Carcarañá a uno de los hombres más buscados de la península Ibérica.

Detuvieron a un hacker español sospechado de estafas millonarias

Desde una humilde vivienda que alquilaba, robaba datos de cuentas bancarias españolas. Así podía extraer dinero que luego depositaba en cuentas propias. En su país lo buscaban desde hace poco más de un año

Walter Gasparetti / La Capital

Carcarañá.- Un hacker español que desde hace aproximadamente dos años estaba radicado en esta ciudad fue detenido el jueves por la noche por la Policía Federal a raíz de una orden internacional impartida por el juzgado de 3ª nominación de la localidad española de Alcalá. Este ciudadano ibérico, de 24 años, era buscado por la Guardia Civil del país europeo desde el año pasado por la presunta realización de transferencias ilegales desde cuentas bancarias de terceros a otras que abría para sí con nombres ficticios utilizando internet. Por la misma causa, hace un par de días ya habían sido 13 personas en la ciudad de origen del hacker.

El apresado fue identificado por la policía como José Manuel García Rodríguez, un joven con elevados conocimientos de informática que operaba desde una casa que alquilaba en Sarmiento y 9 de Julio, en el centro de Carcarañá, donde tenía montada una megacomputadora.

El experto en vulnerar sistemas bancarios fue confinado en la alcaidía de la delegación Rosario de la Policía Federal y está a disposición del Juzgado Federal Nº 3 de Rosario, a cargo de Germán Sutter Schneider, quien deberá tramitar ahora el pedido de extradición del Gordo Español como lo llamaban los vecinos de Carcarañá.

Si bien el monto del fraude realizado por García Rodríguez no trascendió, los pesquisas sospechan que las maniobras hechas junto a sus socios residentes en España serían "millonarias".

Según trascendió, el muchacho se nutría de datos secretos de las cuentas bancarias españolas a través del envío de correos electrónicos que simulaban provenir de la entidad atacada, cuyo nombre permanece en reserva. Y, en la mayoría de los casos, las cuentas en las que depositaba los fondos robados estaban en el mismo banco. Esa acción le permitía hacer "transferencias más rápidas y efectivas".

La noticia sorprendió a los vecinos de Carcarañá debido a que el Gordo Español (como lo llamaban) pasaba desapercibido. Vivía en una casa modesta y se movía por las calles de la ciudad en un ciclomotor. Quienes lo conocían, decían que solía jactarse de sus conocimientos informáticos a todos los que concurrían a un cíber que está al lado de su casa y al cual él sólo concurría como un cliente poco habitual. "Se pasaba muchas horas en la puerta y solía contar a los chicos que concurrían al cíber que era un experto en computadoras. Creo que la mayoría no le creía debido a que nadie le conocía una actividad concreta", comentó a La Capital un vecino.

García Rodríguez tampoco tenía antecedentes por delitos graves. Sólo se supo que estuvo detenido hace algunos meses por una gresca callejera. "Nadie podía imaginarse que esta persona se dedicara a hacer estafas con una computadora montada en su casa", dijo una fuente policial consultada.

"Lo único que le puedo contar es que siempre había muchos muchachos en la casa y que hacías fiestas, pero quizás su sexualidad era lo único que llamaba la atención. Por lo demás no había nada raro en él", comentó un prejuicioso vecino de esta ciudad de 15 mil habitantes que prefirió resguardar su identidad. "No ostentaba nada y vivía en forma muy modesta. Si llevaba adelante todas las estafas que se comentan no sé adonde ponía el dinero, debido a que su vida era muy simple, como la de cualquier persona" explicó otra fuente consultada.

Un periodista local que por casualidad fue testigo del procedimiento precisó que el operativo comenzó cuando un especialista de la Policía Federal esperó oculto frente al domicilio a que García Rodríguez llegara. Luego se identificó e ingresó a la vivienda, donde detectó los programas de la máquina utilizada por el sospechoso.

El perfil bajo adoptado por García Rodríguez lo hizo pasar desapercibido durante casi dos años. Es que un alto porcentaje de hackers que vulneran los sistemas bancarios españoles están radicados en otros países para que se haga más difícil su identificación y posterior detención. "Es muy probable que haya elegido para vivir una ciudad chica para trabajar con mayor tranquilidad", concluyó un pesquisa que investiga el caso.

El experto informático es trasladado a Tribunales federales.