El gobierno niega que la Cumbre de las Américas corra peligro

La Casa Rosada descartó que Washington haya planteado dudas respecto de la seguridad en Mar del Plata

El gobierno confirmó ayer que Estados Unidos no planteó ninguna "inquietud" sobre la seguridad de la Cumbre de las Américas, que se desarrollará en Mar del Plata el 4 y 5 de noviembre próximos, ni tampoco sobre la redacción del documento final. Tras aclarar que se está discutiendo el contenido que se le dará al lema del encuentro, la Casa Rosada ratificó que su realización actualmente "no peligra".

"No verificamos esa inquietud", aseguró el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, consultado acerca de una supuesta incertidumbre estadounidense respecto del esquema de seguridad.

En sintonía, el canciller Rafael Bielsa negó que de parte de Washington hayan existido dudas o reclamos sobre la seguridad de la cumbre. "No, no, absolutamente de ninguna manera", enfatizó el jefe del Palacio San Martín, quien destacó que el cónclave "no peligra".

El embajador ante la Casa Blanca, José Octavio Bordón, coincidió en señalar que no hubo cuestionamientos desde Norteamérica por el texto final de la cumbre. Tampoco "ningún tipo de comentario especial" por la seguridad, agregó el diplomático.


Presencias de peso
A la reunión hemisférica programada para noviembre en Mar del Plata asistirán 34 jefes de Estado y de gobierno, entre ellos el presidente norteamericano, George Bush.

Bielsa sostuvo que, si bien "parece que hay varios medios de prensa que están instalando progresivamente la idea de que la cumbre peligra, esto no es así de ninguna manera".

En ese sentido, agregó: "No peligra desde el punto de vista de la seguridad porque, entre otras cosas, estamos trabajando de manera ordenada también con especialistas de Estados Unidos", ni desde la óptica de la discusión que surgió "acerca de qué contenido se le dará al lema de la cumbre".

El ministro de Relaciones Exteriores recordó que el lema "Crear trabajo para combatir la pobreza y asegurar la gobernabilidad" fue votado y acordado "por todos los países hace casi un año".

Según admitió Bielsa, esa consigna "genera una discusión técnica; obviamente, para Estados Unidos y Canadá la mejor manera de crear trabajo es favorecer el libre mercado, las inversiones, luchar contra la corrupción y flexibilizar el mercado laboral".

"Sin dejar de reconocer que hay aspectos importantes, sobre todo en el tema de la lucha contra la corrupción, pensamos que el modelo es darle un quiebre a la cuestión asistencial y crear empleo decente, que no sólo sirva para combatir la pobreza sino, además, para minimizar los conflictos sociales", aseveró.

Asimismo, el canciller subrayó: "Esta es una discusión técnica y extraordinariamente rica. Es por eso que la Argentina propuso el tema y luchó tanto para que fuese el eje de la cumbre. Pero de allí a decir que peligra el encuentro, hay un abismo".

Fernández, a su turno, hizo hincapié en que "estamos trabajando mucho" con la Cancillería y el Ministerio de Interior porque "el deseo y la decisión del gobierno es que el encuentro se desarrolle de un modo eficiente y tranquilo".

Paralelamente, el intendente de General Pueyrredón, Daniel Katz, también intentó llevar tranquilidad. Y negó que los atentados terroristas que sufrió Londres hace dos semanas hayan cambiado la visión de la cumbre.

"No creo que el argentino sea un objetivo prioritario. No participamos del conflicto en Irak y se está atacando a los países que sí lo hicieron", consideró Katz.

De todos modos, aclaró que, frente a la importante presencia de jefes de Estado que registrará Mar del Plata, "no se descarta ninguna hipótesis de trabajo" en materia de seguridad.

En esa línea, la coordinación estará a cargo del gobierno, por lo que desembarcarán efectivos pertenecientes a la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura.

Según detalló Katz, 7.000 policías llegarán a La Feliz desde otras jurisdicciones para fortalecer el esquema de seguridad.

Bielsa minimizó el debate por la cumbre.