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miércoles,
20 de
julio de
2005 |
Una ardua despedida
El plantel de Central se despidió de La Cumbre conjugando el verbo que más conoció durante la pretemporada: correr. Los muchachos se levantaron ayer más temprano que lo habitual y luego del sustancioso desayuno partieron rumbo al circuito denominado Cumbre Chica. Esta prueba de seis kilómetros de pendientes y caminos con ondulaciones es la que siempre pone punto final a los trabajos físicos en las sierras. El profesor Vigna explicó que no es el trazado más exigente, pero a los jugadores siempre se les hace duro cumplirlo porque está agendado para el último día de trabajos.
El único que no corrió a la par de sus compañeros fue Andrés Díaz, quien todavía sigue con dolores en el muslo derecho, producto de un golpe que recibió sin intención de Juan Grabowski en la práctica del domingo. Mientras el resto del plantel regaba de sudor las calles cumbreñas, el volante realizó una caminata de 40 minutos.
Los que sí se mataron para bajar el tiempo de recorrido con relación a la pretemporada en enero fueron Emiliano Papa y Gonzalo De Porras. Los dos ganaron la prueba con un registro que habla a las claras de su resistencia.
Como si fueran dos maratonistas a punto de cruzar la línea final, Papa y De Porras cortaron la cinta con un tiempo de 22 minutos 44 segundos. Cuando estaban desandando los metros finales, el profe Vigna no parada de arengarlos. "¡Dale Papita, que bajás el tiempo. Dale, Gonza que vas bárbaro!", fueron algunas de las palabras que utilizó el profe para motivarlos.
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Fotos
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Vitti durante la última jornada de trabajo en La Cumbre.
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