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miércoles,
20 de
julio de
2005 |
El boom de pasajeros en las calles
está extinguiendo a los radiotaxis
En 2000 Rosario contaba con 18 empresas y hoy apenas son cinco. Ahora los viajes se consiguen en las esquinas
Lucas Ameriso / La Capital
Conseguir un taxi por teléfono es hoy una odisea. Líneas ocupadas y falta de unidades son una parte del fenómeno que se explica por la alta demanda que existe a la hora de encontrar un taxi. Para los tacheros, el grueso de la recaudación está en cada esquina, con viajes que se piden a mano alzada. Esto hizo que las empresas de radiotaxis lleven las de perder. En 2000 Rosario contaba con 18 firmas y más de 1.800 coches abonados. Hoy, son sólo cinco pequeñas empresas con menos de 900 unidades para cubrir el aluvión de viajes que reciben a diario, y no dan abasto para atender a sus clientes.
Esta realidad se explica en números: si un taxista recauda a través del handy 8 pesos por hora, sin radio y caminando la calle la cifra llega a los 15 pesos por hora. Desde el municipio, en tanto, ya se anunció que se obligará a las más de 3.100 licencias que trabajan en Rosario a contar con los equipos de comunicación "para que los taxistas estén más protegidos y con el fin de brindar un mejor servicio al pasajero".
Las empresas de radiotaxis se perfilan a convertirse -empujadas por los viajes callejeros- en una especie en extinción. "Este fenómeno se profundizó a partir de 2004, cuando los radiotaxis perdimos el 40 por ciento de los autos que estaban afiliados", precisó el titular de la cámara que los agrupa, Rogelio Massa.
Hasta el año pasado, el 50 por ciento de las licencias (unas 1.600 unidades) usaban los equipos de comunicación para conseguir viajes. Todo cambió unos meses después, cuando los pasajeros comenzaron a pelearse en las esquinas por un viaje y los taxistas abandonaron las radios. De la mano de esta merma, los empresarios de radiotaxis debieron soportar aumentos en los sueldos y las cargas sociales del personal administrativo, telefonistas y el incremento en el mantenimiento edilicio.
"Desde 2003 a la fecha, la masa salarial aumentó más del 100 por ciento, cuando el reajuste en el valor del abono que pagan los taxistas adheridos fue de sólo el 20 por ciento", comparó Massa al tiempo que admitió que en la mayoría de las firmas se redujo la cantidad de empleados.
Hoy el abono es de 38 pesos semanales, mientras que hace un año se pagaban sólo 30 pesos. Los altos costos, sumados a la proclividad de la mayoría de los pasajeros de conseguir en una esquina el taxi, explica una parte de la situación. Como dato, si en 2000 había 18 empresas de radiotaxi, hoy sobreviven unas 5 con unos 900 coches que tienen radio.
"Los viajes se buscan en el centro y macrocentro. Al haber más trabajo en la calle, a nadie le interesa la radio. Por suerte en los barrios y en algunos horarios la gente busca el taxi a través del teléfono. Todo esto explica que las empresas de radiotaxis estén colapsadas porque con 100 servicios disponibles no se pueden aceptar 300 llamadas que piden un viaje", consideró Massa.
Para estas empresas la solución no pasa por incorporar más licencias de taxis al sistema, sino por promover un aumento de la tarifa. "Se compraron coches nuevos y hoy el sueldo de un taxista es sobre una base de 630 pesos, las cargas sociales se duplicaron con lo cual habría que aumentar al menos un 30 por ciento el precio del servicio", estimó el empresario para agregar: "Somos un transporte diferencial que lo tiene que usar quien lo pague. Si no ocurre como en otras ciudades donde el viaje cuesta un peso, pero el servicio es pésimo".
Equipos obligatorios
Desde la Municipalidad ya se está pensando en un salvavidas para rescatar a los radiotaxis. Consultado por La Capital, el director de Transporte, Ignacio Iñíguez, adelantó que desde Servicios Públicos se pretende aplicar los sistemas de comunicación en las más de 3.100 licencias que circulan en la ciudad.
"Lo queremos hacer para mejorar el servicio pero también para que todos los choferes se sientan de alguna manera protegidos, o puedan dar aviso a la base si ocurre algún hecho irregular", indicó el funcionario. Desde Transporte se coincide en un mismo diagnóstico con los empresarios: faltan unidades en los barrios; mientras que en el centro, macrocentro y las grandes avenidas, los coches circulan en forma casi permanente.
"La gente debe poder acceder a un servicio como el taxi no sólo levantando la mano en una esquina, sino llamando desde su propio domicilio", ahondó Iñíguez.
Sobre el particular, Massa afirmó que el pedido telefónico de un coche de alquiler "está instalado en la idiosincrasia de los rosarinos, pero lamentablemente en estas condiciones se nos hace muy difícil poder cumplir correctamente con lo que ofrecemos".
Desencontrados
Para el titular de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti), Mario Cesca, existe un "desencuentro" entre los tacheros y los pasajeros.
"Muchas veces somos dos o tres coches buscando el viaje en una avenida o calle principal de un barrio y la gente está a tres cuadras de ahí esperando un taxi", aseguró.
En tal sentido, el dirigente se pronunció a favor de "rescatar" el sistema de radiotaxis porque el sistema "es el único nexo con la gente". Renglón seguido, Cesca reconoció que en plena crisis, la radio "era un proveedor importante de viajes, que salvaba la rentabilidad, pero ahora es como ir a arreglar una goma que no está pinchada".
"Ahora quienes tienen radio la usan fundamentalmente para estar comunicados con los propios compañeros, más que como herramienta para conseguir viajes", admitió.
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Los taxistas tienen inconvenientes con los cupos de GNC establecidos.
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