Carrió alertó sobre un desborde de gestión por la campaña electoral

La titular del ARI, Elisa Carrió, advirtió ayer sobre el riesgo de que se produzca un "desborde absoluto de gestión" por la "cantidad infinita de ministros que son candidatos" para los comicios de octubre, y lanzó sus sospechas de que esos funcionarios, una vez electos, pedirán licencia en el Congreso y retornarán al gabinete.

La candidata a diputada por la Capital Federal juzgó un "disparate" que "todos los dineros públicos y la gestión del Estado estén empeñados en una elección parlamentaria", y vaticinó que, a corto plazo, el Ejecutivo "se puede encontrar con un susto fenomenal en términos de gobernabilidad y no por la fragmentación del PJ, sino por la falta de gestión".

En su gira proselitista por la Patagonia, Carrió denunció que el gobierno de Néstor Kirchner, en lugar de mejorar la calidad de vida de la gente, está utilizando fondos públicos para la "coptación de intendentes en todo el territorio nacional a cambio de promesas de obras públicas y de dinero".

"Igual que hicieron en el Gran Buenos Aires, lo están haciendo en todo el país: hay un sistema de compra de votos y de compra de dirigentes a cambio de dinero, y eso se hace con el excedente presupuestario", embistió.

Cuando se le preguntó si realmente piensa que los miembros del gabinete que se postulan para octubre, una vez electos, solicitarían licencia en el Parlamento para retornar a sus puestos, Carrió enfatizó: "Esto es lo que se dice respecto de Alicia Kirchner en Santa Cruz y, en realidad, no sabemos de los otros".

La dirigente se refirió así a la ministra de Desarrollo Social, postulante a senadora por esa provincia patagónica, y, en forma implícita, a su rival en el distrito porteño, el canciller Rafael Bielsa, y al titular de Defensa, José Pampuro, quien secunda a Cristina Fernández como candidato a senador por la provincia de Buenos Aires.

La ex diputada también aludió indirectamente a otros funcionarios en esa misma situación, como el vicecanciller Jorge Taiana o el subsecretario general de la Presidencia, Carlos Kunkel.