Golpe de cuatro hampones en un Registro Automotor de Alvear al 300

Copan una oficina y asaltan a 20 personas

Ocurrió el jueves. No sólo se llevaron el dinero de la caja sino también las pertenencias de las víctimas

Cuatro delincuentes armados y a cara descubierta coparon durante más de media hora las oficinas del Registro Nacional de la Propiedad Automotor de Alvear al 300 y en ese lapso de tiempo se dedicaron a asaltar a los gestores y particulares que iban llegando a la repartición para realizar distintos trámites. El monto total de lo robado no trascendió, pero lo que sí se estableció fue que el cuarteto tuvo a su merced a casi una veintena de personas, entre empleados del registro y contribuyentes.

El atraco ocurrió el jueves a la mañana, poco antes de las 10, en pleno horario de atención al público, pero recién trascendió ayer. Un gestor que tuvo la mala suerte de llegar al lugar en el momento en que los hampones estaban en plena faena contó a La Capital la historia.

Al parecer, dos de los ladrones habían estado el día anterior en el registro como para observar los movimientos de personal y la disposición interna del inmueble, según el comentario que circuló entre el mismo personal.

Contrariamente a lo que ocurre en otras delegaciones del Registro, que son vigiladas por personal de Gendarmería Nacional por tratarse de reparticiones dependientes del gobierno central, el jueves a la mañana la dependencia asaltada contaba con la presencia de un custodio de una empresa privada.

"Los ladrones aparecieron como simples particulares. Vestían ropa sencilla como buzos, vaqueros y zapatillas. Directamente saltaron el mostrador y se fueron encima del vigilador de la empresa Centinela. Después nos desplumaron a todos", rememoró una de las víctimas. El testigo calculó que entre 15 y 20 personas, contando empleados y público, fueron cayendo en poder de la gavilla.

El cuarteto estaba integrado por hombres de entre 20 y 30 años y, de acuerdo a la versión del testigo, no parecían muy profesionales. "Unos parecían estar más tranquilos que otros. Salvo al vigilador, que recibió un golpe en la cabeza, al resto no nos tocaron más que para atarnos las manos con precintos de plástico. Obviamente, también nos amenazaron, pero por suerte no nos hicieron nada grave", relató el gestor, que pidió mantener su nombre en reserva.

Al parecer, los maleantes se encontraron con que no había suficiente dinero en la caja de la oficina y por eso prefirieron esperar la llegada de contribuyentes, a los que fueron asaltando a medida que llegaban. "Cuando comenzó el asalto había poca gente y después terminamos siendo casi 20. A medida que los particulares iban llegando al registro, los asaltaban, les ataban las manos y los llevaban a donde estaba el resto de la gente", rememoró el gestor.

Así estuvieron durante casi media hora. "Robaban anillos, relojes, billeteras, celulares. Nos sacaron todo lo valor. No parecían muy profesionales porque estaban como muy atolondrados", remarcó una vez más el testigo. Empleados y usuarios fueron finalmente encerrados en una habitación trasera, donde funciona una especie de archivo.

"Antes de irse nos advirtieron que no levantáramos la cabeza porque nos iban a quemar. Así nos quedamos hasta que empezaron a caer más personas por la oficina. Eran particulares que también iban a cumplir con sus trámites y que se encontraron con el Registro completamente despoblado, porque estábamos todos encerrados. Recién cuando una de esas personas preguntó en voz alta si había alguien nos dimos cuenta de que los choros se habían ido".

Al momento de emprender la retirada, la banda se desdobló. Primero abandonaron el registro dos de los maleantes, que al parecer intentaron tomar un taxi por calle Salta. Al ratito nomás salieron los otros, aunque ningún testigo pudo ver si algún cómplice los esperaba en las inmediaciones a bordo de algún vehículo.

El lugar donde ocurrió el hecho.