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domingo,
17 de
julio de
2005 |
¿Y si usamos
la pelota?
Luis Alberto Yorlano
Estaba repasando algunos jugadores que marcaron a fuego su presencia en el fútbol del mundo y ninguno de ellos ha sobresalido por su capacidad física, sino por su técnica aplicada a la estrategia de todas las épocas. Vamos a ubicarnos en nombres que los lectores vieron jugar. Sívori, Sanfilippo, Pelé, Onega, Maradona, Chilavert, Ortega, y la última joyita Messi. Ningunos de los nombrados se cargaban sus hombros con fundas llena de arena, ni chalecos con plomo. Estos, como otros, no se hicieron jugadores diferentes por esa forma de entrenar. Fueron reacios para cumplir con los pedidos de sacrificios de los preparadores físicos que con el cronómetro en mano, controlan hasta cuánto tardan en ir a cumplir sus necesidades. El cronómetro es utilizado en los hipódromos para saber el tiempo de los caballos en ciertas distancias y así medir sus posibilidades en las próximas carreras. Pero su utilización en el fútbol, no debería ser para saber cuánto tarda en llegar a la pelota, sino que velocidad adquiere a partir de la pelota. La gran mayoría son rápidos para obtenerla, y cuando la tienen, no saben que hacer.
A través de los enviados especiales de Ovacion en los lugares elegidos para la pretemporada por Central y Newell's, estoy al tanto de los trabajos que se están realizando. En las sierras de La Cumbre, los de Cuffaro Russo, rompen los relojes en el circuito de Cuchi Corral y los rojinegros reproducen el Vía Crucis recorriendo sus estaciones con bufandas de plomo; emulando a los perros de la nieve, arrastran trineos; hacen el hombre elástico y antes de bajar el telón de la obra del día, hay que trepar los escalones de la tribuna. Si todos los equipos hacen los mismos trabajos o parecidos, por qué no tratan de marcar la diferencia haciendo todos los días algo que tenga que ver con la profesión que eligieron, ser jugador de fútbol.
Es lo mismo que si a un pianista le dicen, "bueno a partir de hoy, no hay más piano, vamos a ejercitar los dedos con esta pelotita de goma". Si los jugadores fallan en los pases, porqué el fútbol de hoy tiene más velocidad y mas imprecisión, habrá que trabajar para mejorarla. Escuchamos después de cada partido. ¿No se pudo jugar porque nos achicaron los espacios? ¿Por qué no practican con la pelota y buscan escapar de esas marcas pegajosas, con la devolución rápida? En el juego de la pelota todo se consigue practicando. Sanfilippo, el gran goleador argentino, en el fondo de su casa tenía el Sanfigol. Eran hierros redondos colocados en una pared y a sus costados dos sillas de paja, me decía que la mamá le gritaba" nene me estás rompiendo las sillas". Cómo era el juego: tiraba la pelota sobre los hierros y como rebotaba para cualquier lado, él le pegaba como venía tratando de hacer gol en la silla, y con esto conseguía en los partidos resolver la cosas antes que el defensa reaccionara. Los goles de Chilavert de tiro libre no eran casualidad. Cuando terminaban las prácticas se quedaba solo perfeccionando el remate. Ortega debe ser el tipo más distraído en la pretemporada. Trabaja, claro que lo hace, pero su cabeza está metida en la pelota. Si al Burrito lo disfrazamos de laburante del fútbol le vamos a sacar esa cintura que deja en ridículo a los defensores. En el fútbol mezquino de hoy ganan los equipos, que tienen jugadores impredecibles. Cruyff, cuando picaba, era porque iba a frenar y cuando caminaba es porque iba a picar. Cuando Maradona te devolvía la pelota, esta iba muerta. Como dijera un grande "cuando Diego te daba un pase podías leer las letras chicas de la pelota". Hoy los pases vienen como cañonazos y si le metés la cabeza quedás sin conocimiento. Yo no creo que un buen trabajo antes de la competencia evite lesiones musculares. Muchas son producidas por el estrés. No reniego sobre el trabajo de los preparadores físicos, pero para mejorar el juego prefiero que metan más conceptos los directores técnicos. l
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