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domingo,
17 de
julio de
2005 |
Plantas medicinales: protección de huesos y cartílagos
Los seres humanos nos movemos por un complejo mecanismo donde el esqueleto (armadura), las articulaciones (bisagras) y los músculos (rellenos, tensores, formadores) proporcionan la estructura y la protección a los órganos del cuerpo. El esqueleto permite que los músculos se fijen y las articulaciones evitan que los huesos se rompan por fricción. Sin este trabajo en conjunto, sería imposible andar o hacer cualquier movimiento. Del mismo modo, los órganos vitales como el cerebro, la médula espinal, el corazón o los pulmones estarían expuestos a las agresiones externas. Los huesos también participan en la formación de los glóbulos rojos y ayudan a eliminar toxinas.
La estructura ósea de las mujeres y de los varones son semejantes, pero los huesos femeninos suelen ser más ligeros y finos. Las pelvis femeninas son más anchas y profundas que la de los varones, cualidad necesaria para facilitar los partos. Cuidar y fortalecer nuestros huesos, cartílagos y músculos ayudan a mejorar la calidad de vida.
Es muy común hablar del dolor de huesos, de calambres, de dolores musculares, artrosis, artritis, reuma y osteoporosis. Todos son trastornos relacionados con el aparato locomotor, tanto de enfermedades como de malos hábitos posturales y alimenticios.
La artritis es una enfermedad inflamatoria crónica de las articulaciones que con el tiempo lleva a la atrofia muscular y destrucción de huesos y cartílagos. Presenta una gravedad variable desde un malestar poco importante y ocasional, hasta un trastorno en el tiempo que afecta varias articulaciones e incluso puede llevar a la invalidez parcial o total. Una de las causas que con más fuerzas se propone como desencadenante es la de las dietas ricas en grasas, principalmente animal y saturadas. También las personas alérgicas a determinados alimentos suelen contraer o empeorar la enfermedad articular.
Algunas plantas recomendadas para la artritis son la bardana (se usa la infusión de la raíz, 3 a 2 tazas en el día; la zarzaparrilla (infusión, 2 a 3 tazas por día) y el sauce blanco (infusión con hojas y corteza cuando hay mucha inflamación).
La artrosis es una enfermedad destructiva del cartílago de las articulaciones. En consecuencia se destruye el hueso por fricción.
Los excesos de diuréticos en la hipertensión o regímenes, el desgaste por esfuerzos deportivos, entre otras causas, producen calambres y tensión en los músculos por pérdida de magnesio y potasio. Una alimentación rica en estos minerales favorece la pronta recuperación del músculo afectado.
Alimentos necesarios
u Ricos en ácidos grasos: pescado como salmón, sardina, trucha y aceite de pescado.
u Ricos en antioxidantes: zanahoria (rallada o jugo), pimiento rojo, coles (repollo, zapallito de Bruselas, coliflor, brócoli), kiwi, naranja, palta, nueces, almendras, maní, semillas de girasol, aceite de oliva virgen. Las frutas secas no deben estar preparadas con sal ni tostadas.
u Ricos en selenio: mariscos, algas marinas, nueces, brócoli, apio, cebolla, ajo.
u Ricos en calcio: lácteos y huevos.
u Tomar mucha agua.
u Hacer ejercicios: natación, caminatas, yoga.
u Evitar el alcohol, tabaco, bebidas con cafeína (café, gaseosas colas) y los alimentos ricos en grasas saturadas.
u Suplementar la dieta con cartílago de tiburón y calcio en especial las personas mayores de 40 años por la disminución de producción de hormonas.
Las más recomendadas
u Antirreumáticas, antiinflamatorias, analgésicas y antiespasmódicas: mejoran el cuadro del dolor. Las más utilizadas son el ajo, angélica, caléndula, castaño de indias, ciprés, enebro, hiedra, jengibre, laurel, lavanda, manzanilla, melisa, menta, orégano, romero, trementina y tomillo. Entre ellas destacamos el sauce que revolucionó la industria farmacéutica porque de ella se extrajo por primera vez el ácido salicílico propulsor de la aspirina. Se utiliza sobre todo la corteza. El principal componente del sauce es la salicina, con propiedades antitérmicas, antirreumáticas, antineurálgicas (inflamación de los nervios), antiespasmódicas, sedante, calmante de los dolores uterinos y antiagregante plaquetario. De uno de los derivados de la salicina, el ácido salicílico, hacia 1850 se sintetizó el ácido acetilsalicílico, ingrediente activo de la aspirina. Indicado en casos de reumatismos, gota, dolores de espalda, estados febriles, gripes, catarros y jaquecas. Se puede tomar tres tazas al día de la infusión o del cocimiento. La podemos combinar con cola de caballo, diente de león, manzanilla y ortiga.
u Diuréticas, depurativas y antirreumáticas: ayudan a eliminar toxinas y grasas. Las más usadas son bardana, borraja, cardo santo, diente de león, enebro, fresno, cola de caballo, ortiga verde, sauco y zarzaparrilla.
Diente de león, llamada también "achicoria amarga" se emplea normalmente las hojas como alimento y la raíz en medicina herbal. Ofrece una acción positiva sobre los trastornos hepáticos y biliares; como diurético y levemente laxante. Se piensa que tiene un efecto protector sobre el tejido conjuntivo, lo cual justificaría su eficiencia en reumatismos crónicos.
u Remineralizante: alfalfa, cola de caballo, diente de león, espirulina, ortiga verde.
La cola de caballo es de gran interés por su poder remineralizante. Es la planta con mayor concentración de sílice (6-8 por ciento). La sílice es un elemento fisiológico normal en el cuerpo humano. Posee un papel importante en la nutrición mineral, un papel plástico y funcional en el crecimiento y la defensa general y prepara la recalcificación en afecciones óseas traumáticas o infecciosas. También, aumenta la resistencia del tejido conjuntivo. Es también un agente eliminador de desechos orgánicos (urea, ácido úrico) y una barrera en los procesos degenerativos.
De la ortiga verde se utiliza la raíz y la planta entera. También se usa la planta fresca. Las hojas y la planta fresca contienen clorofila, sales minerales (hierro, calcio, sílice, potasio y manganeso) que le confieren propiedades remineralizantes, reconstituyentes y antianémica. En uso externo se utiliza en reumatismos, lumbago, ciática y caída de cabello.
Algunas de estas plantas pueden incorporarse en la alimentación como la ortiga, el diente de león, las bayas de enebro, el jengibre, el romero, la menta y el tomillo. Siempre conviene conocer con certeza la procedencia de las mismas y la identificación. Si la bibliografía dice que se usan las hojas no debe haber polvillo ni trozos de tallo.
Griselda T. Franchini
Farmacéutica
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