Fervoroso culto correntino a la Virgen de Itatí

Más de 150 mil peregrinos de Argentina y de Paraguay se congregaron en una colorida celebración

Más de 150 mil personas asistieron ayer en la ciudad correntina de Itatí a los festejos del 105 aniversario de la coronación de la imagen de la Virgen de Itatí, bajo un cielo encapotado y un clima frío que, no obstante, no mermaron el fervor de los peregrinos.

Desde muy temprano comenzaron a arribar desde distintos lugares de Corrientes y de diversas provincias delegaciones que se sumaron a los miles de habitantes de la localidad de San Luis del Palmar llegados a Itatí el jueves último en la tradicional y peregrinación a lomo de caballo y carretas.

En la homilía de la misa central, el arzobispo de Corrientes, monseñor Salvador Castagna, aseveró que "esto está muy lejos del folklore piadoso. Es la verdad que cree el pueblo y que le otorga energías sobrehumanas para remar contra las corrientes de la disolución y del desamparo".

La misa fue seguida por la multitud de fieles que previamente habían participado del tradicional encuentro en el río Paraná entre las imágenes de la Virgen de Itatí y la de Nuestra Señora de Caá Cupé, patrona de Paraguay, que llegó a las costas argentinas acompañada por embarcaciones y peregrinos del vecino país.

Luego, los fieles se unieron en una procesión por las calles de Itatí y finalmente participaron de la misa concelebrada a la que también asistió el gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, junto a funcionarios del gobierno provincial.

Personal de la comisaría de Itatí señaló que más de 100 mil personas ya habían arribado hasta media mañana a esa localidad, en tanto que miles más llegaron después del mediodía, prácticamente sobre la hora de la procesión, debido a la enorme congestión que registraba la ruta nacional 12.

Si bien el grueso de los visitantes tenía previsto su regreso luego de las celebraciones religiosas centrales, las autoridades eclesiásticas prevén que decenas de miles de personas pernocten en el lugar hasta hoy.

"Celebramos el 105 aniversario de la Coronación Pontificia de la Imagen Sagrada de Nuestra Señora de Itatí. Siempre es el amor a ella el inspirador de estos grandes movimientos devocionales", comenzó diciendo el arzobispo en su homilía que estuvo centrada casi de manera exclusiva en la figura de la Virgen de Itatí.

En otro tramo de la homilía, Castagna señaló que "la palabra, que se encarnó en su virginal seno por obra del Espíritu Santo, es el único antídoto contra las toxinas ideológicas dominantes que intentan replantearlo todo y destruir los valores más sagrados por el único motivo de tildarlos de conservadores".

"Necesitamos adoptar el espíritu de los niños para entrar en el Reino. Sólo a ellos se les da la ocasión de percibir la Palabra, entenderla y hacerla propia", dijo.

Más adelante y en referencia a la Virgen, bregó por "su necesario sustento. El Papa Juan Pablo II la llamó mujer eucarística, por su extraordinaria identificación actual con quien, en la Eucaristía, prolonga su amor al Padre y a los hombres".

"De esta manera -alegó- es modelo de la Iglesia y de cada bautizado. Cuando celebramos la Eucaristía nos hacemos eucarísticos con Cristo, junto a María. Allí está la fuerza serena de la vida cristiana en su constante labor de transformar el mundo".

La clausura de los festejos se realizó, como ya es tradicional, con el "Adiós Reina del Cielo" y la despedida de la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de Itatí en el atrio de la basílica y de las delegaciones peregrinas y comunidades presentes. (Télam)

El encuentro de las imágenes en el Paraná.