Diez estudiantes se intoxicaron al tomar gaseosas con antidepresivos

Diez alumnos de un colegio secundario de Neuquén se intoxicaron después de beber una mezcla de gaseosa con un antidepresivo denominado Rivotril por lo que debieron ser trasladados a un centro de salud donde, a dos de ellos, tuvieron que realizarles un lavaje de estómago.

"Se caían y dormían parados", expresó una docente del Centro Provincial de Educación Técnica número 7 de barrio El Progreso, de Neuquén, para explicar los primeros efectos que sufrieron los estudiantes después de ingerir la mezcla. El episodio se produjo en un recreo, dentro del establecimiento en la tarde del jueves último, pero recién ayer se conoció.

Las autoridades del colegio tuvieron que trasladar a los jóvenes al hospital Héller, donde dos de ellos debieron ser sometidos a un lavaje de estómago.

Directivos del colegio informaron que los chicos, diez en total, bebieron una mezcla de gaseosa con un antidepresivo llamado Rivotril que uno de ellos habría llevado al colegio.

Artemio Painemil, padre de uno de los alumnos que ingirió la bebida, explicó que dos chicos fueron con un preceptor a comprar una gaseosa a una despensa del barrio donde está el colegio. Ya en el interior del edificio, uno de los jóvenes que tenía el frasco de Rivotril mezcló pastillas en una de las botellas y comenzó a convidarle a sus compañeros.

"La mayoría de los chicos no sabía lo que estaba tomando y después cuando empezaron a marearse y a dormirse. Algunos se asustaron mucho", dijo.

Ante esta situación el autor de la "travesura" le confesó a un directivo del colegio lo que había hecho y le entregó el frasco del antidepresivo que había dejado escondido en un rincón de un salón.

Painemil señaló que ayer mantuvieron una reunión con otros padres y los docentes y se habló de la necesidad de que el Consejo Provincial de Educación asista con profesionales a los alumnos para evitar este tipo de situaciones.

También conocieron los alcances y consecuencias del consumo de este tipo de psicofármacos y manifestaron su preocupación porque profesionales médicos les informaron que en los últimos tiempos es una práctica común en sectores marginales el consumo en adolescentes y jóvenes de este tipo de medicamentos.

El Rivotril es un antidepresivo que debe adquirirse con receta archivada pero su uso se ha popularizado y muchas veces se consigue sin ese requisito. (Télam)