|
domingo,
17 de
julio de
2005 |
El nene desaparecido en Canning
fue asesinado y tirado en un pozo
Santiago Miralles, de seis años, fue ultimado de un golpe en la cabeza. Lo encontraron cerca de su casa
El cuerpo sin vida de Santiago Tomás Miralles, el niño de seis años que se encontraba desaparecido desde el miércoles último, fue hallado ayer en un pozo ciego de una quinta ubicada a 30 metros de su casa, en la localidad bonaerense de Canning.
Tras el descubrimiento, la policía bonaerense detuvo al menos a tres personas, la pareja propietaria de la vivienda en donde fue encontrado y el hermano de un amigo del niño.
Fuentes vinculadas a la investigación señalaron que el niño fue asesinado con golpes en la cabeza, que provocaron pérdida de masa encefálica, y su cuerpo arrojado al pozo ciego de la casaquinta, que no había podido ser inspeccionada por ausencia de sus propietarios.
Santiago fue encontrado cerca de las 16 en el interior de un pozo ciego tapado con una base de cemento por personal de la división Canes de la policía bonaerense.
El hallazgo del cuerpo se registró ayer a la tarde cuando un perro rastreador de la Policía Bonaerense marcó la zona y no se quería mover de una cuadra.
Ante la insistencia del animal, efectivos que integraban el grupo de más de 400 policías afectados a la búsqueda ingresaron a una casaquinta situada a unos 30 metros de la casa de los Miralles y les llamó la atención una pesada tapa. Al levantarla, descubrieron que se trataba de una cámara séptica en la que descubrieron el cuerpo del nene que era buscado desde el miércoles último cuando no volvió a su casa luego de jugar con amiguitos del barrio.
El cadáver fue extraído por personal de Bomberos y de la Policía Bonaerense e inmediatamente fue analizado por expertos de la Policía Científica, que determinaron que presentaba un fuerte golpe en el cráneo que le había provocado la pérdida de masa encefálica.
Si bien las causas de la muerte serán determinadas fehacientemente hoy con la autopsia de rigor, los forenses estimaron que el nene murió por el golpe, antes de ser arrojado al pozo.
La policía, según trascendió, indagó además a un grupo de obreros que trabajaban en barrios cerrados linderos y a la joven encargada de cuidar al niño, mientras mantuvo largas conversaciones con Walter y Silvia, padres de la víctima.
La familia se reunió además con el ministro de Interior de la Nación, Aníbal Fernández, quien expresó el apoyo y las condolencias del presidente Néstor Kirchner. "La situación es tremenda. El ministro recibió el llamado del presidente para que visitara a la familia y expresara su pésame", dijeron fuentes de la cartera política.
El hallazgo de Santiago se produjo durante un vasto operativo policial desplegado en los bosques de Ezeiza y zonas rurales cercanas, por más de 400 efectivos de distintas fuerzas de seguridad, investigación, infantería y caballería, además de vecinos y familiares del niño.
Si bien la policía no confirmó anoche las causas del deceso y las condiciones generales que presentaba el cuerpo, un importante grupo de investigadores trabajó en el lugar del hecho, quienes buscaron pruebas y elementos para esclarecer el crimen.
Fuentes extraoficiales indicaron que el primer indicio que llevó a suponer el asesinato del niño fue la gran base de cemento que tapaba el pozo ciego, que, se suponía, fue la causa por la que los investigadores no descubrieron el cadáver a pesar de haber rastrillado el lugar.
El cuerpo fue hallado en Canning, en una zona de casa bajas con amplios jardines, con calles de tierra y bosques, ubicada en las inmediaciones de barrios privados.
La policía custodió el acceso a las cuadras linderas y sólo permitió la entrada de peritos y personal de la policía científica y de investigaciones, además de familiares y allegados a la víctima, quienes arribaron, en parte, en una ambulancia.
Vecinos de la zona confirmaron el hallazgo e indicaron que los habitantes de la casa en la que apareció el cuerpo de Santiago Miralles "colaboraron durante todo el día de ayer en los procedimientos de rastreo", aunque luego fue confirmada la detención del casero.
Ayer a la mañana, Walter Miralles, padre de Santiago, desmintió categóricamente la posibilidad de que su hijo hubiese sido víctima de un secuestro, al señalar que "nadie llamó en ningún momento para hablar de un rescate".
Asimismo, con pistas aportadas por el padre del chico, la policía realizó procedimientos en el complejo habitacional Don Orione, en la localidad de Claypole, y también en Burzaco, sin resultado positivo. Según se supo, en Don Orione un hombre dijo haber visto al niño cuando se dirigía a su casa, con quien supuestamente cruzó algunas palabras y, al llegar a su domicilio, se enteró de la búsqueda que se estaba realizando.
Estaba jugando en el vereda
Santiago, de tez trigueña y cabello oscuro, había desaparecido el miércoles, entre las 14.30 y las 15.15, cuando jugaba con un amigo a pocos metros de su casa, situada en Pueyrredón 539 de Canning, según refirió su madre, Silvia Morales.
En aquella oportunidad, Silvia Morales, mamá de Santiago, dijo que la última vez que fue visto "Santi estaba jugando en la vereda de casa con un amiguito y lo cuidaba una señora" que se quedaba con sus hijos cuando los adultos de la familia salen a trabajar.
La casa de los Miralles está ubicada en una zona por la cual se accede a countries, cercana a un campo de golf, una escuela, y forma parte de una calle cortada en la cual se encuentra un reducido grupo de viviendas.
Según los primeros relatos, Santiago interrumpió el juego con su amigo cuando un hermano de éste lo llevó a pasear, y mientras ambos suponían que regresaba a su hogar. En tanto, Juan Carr, referente de Red Solidaria, una de las instituciones que colaboró en la búsqueda del niño, dijo estar "impactado" por el suceso y señaló que "nuestros jóvenes no pueden seguir viviendo de catástrofe en catástrofe". Asimismo, se mostró preocupado por "los otros 194 niños que están desaparecidos". (DyN y Télam)
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Los padres de Santiago son llevados al lugar.
|
|
|