Mostaza sube la apuesta en el negocio de los fast food

Precio, comidas más elaboradas y paciencia son algunas de las características que diferencian al consumidor rosarino de sus colegas porteños que concurren a los shoppings. Así lo ve Christian Galdeano, gerente general de Mostaza, una empresa nacional de fast food que desembarcó en fin del año pasado en El Portal y la semana pasada inauguró en el Alto. La firma que se metió en la pelea de las cadenas de comida prevé en el mediano plazo abrir otro local "dentro de las tres cuadradas más famosas del centro": el Paseo del Siglo.

El directivo explicó que están avanzando en la apertura de dos nuevos locales antes de fin de año en la región: uno en la ciudad de Santa Fe y otro en San Nicolás, por el creciente turismo religioso que genera la Virgen del Rosario.

Después de medio año de recorrido en Rosario, Galdeano reconoció que la mayoría de las grandes cadenas o franquicias que arribaron a los shoppings de la ciudad acomodaron sus precios a la realidad local, que son más bajos a los que facturan en otros templos del consumo.

Mc Donalds y Burguer King son sus competidores a nivel nacional y Billy Lomito a nivel local. Mostaza es una cadena que tiene 26 locales distribuidos en Buenos Aires, Madryn, Mar del Plata y Rosario; y aspira a llegar a los 60 en los próximos años. En diez días abren el 27º en Salta. La mayoría ubicados en los shoppings de cada localidad.

"Los shoppings van a seguir creciendo en Rosario, hoy la facturación de los comercios no es mala y la tendencia es que de a poco continúe aumentando", señaló el directivo, quien consideró que "el rosarino todavía no se acostumbró a comprar en los shoppings, pero se terminará acostumbrando".

"Los rosarinos miran más los precios, eligen más y mejor la compra y son muy localistas", señaló Galdeano. Dijo que la gente no resigna calidad, sino tal vez algo de atención: "A veces la gente espera aquí 45 minutos, eso no existe en Buenos Aires, te matan". El directivo resaltó otro aspecto interesante sobre el consumo y el uso del tiempo: "El rosarino toma mucho más café y meriendas", y recordó que cuando llegaron "todos decían que había que prestarle atención al desayuno, que esto no es Buenos Aires".