A un año del megaoperativo policial que sacudió al barrio Las Flores

Muchos detenidos para una sola condena

Un joven de 21 años fue sentenciado a 4 años de prisión por almacenar algo más de 3 kilos de marihuana

María Laura Cicerchia / La Capital

Un año atrás, el corazón de barrio Las Flores despertaba sitiado por un operativo policial que de tanto abarcar terminó apretando poco. El procedimiento en busca del líder de Los Monos, una de las históricas bandas que sembraron de terror la barriada, tuvo resultados magros. El efecto más relevante de aquella redada fue la detención de cinco miembros de una familia en cuya casa hallaron marihuana compactada. La semana pasada, ese despliegue policial quedó diluido en un fallo judicial que absolvió a cuatro de los imputados y condenó sólo a uno de ellos por una pena menor.

La cantidad de droga secuestrada en la casa de Estrella Federal 1924 donde vivía la familia López varía de acuerdo con el registro que se lea: el primer reporte de la policía a la prensa consigna 4,5 kilos, pero en el informe oficial sólo quedaron asentados 3,3 kilos. Por el hallazgo de tres panes de cannabis, el matrimonio y sus tres hijos más grandes estuvieron detenidos hasta el 1º de junio pasado, cuando los jueces del Tribunal Federal Oral Nº 2 condenaron sólo a uno de ellos y absolvieron al resto. Con disidencia parcial de uno de sus miembros, sentenciaron a Juan Alberto López, de 21 años, a cuatro años de prisión y a pagar una multa de 225 pesos por almacenamiento de estupefacientes.

El 28 de mayo de 2004 unos 80 uniformados de la policía provincial irrumpieron en el barrio Las Flores para tratar de atrapar al líder de Los Monos, uno de los clanes que transitan un conflicto histórico por el reparto del tráfico de drogas en el lugar. A los enfrentamientos entre la gavilla de Los Monos y el grupo de Los Garompas la policía le adjudica unos 16 homicidios. Ariel Máximo Cantero, sindicado como líder de Los Monos, había sido denunciado por amenazas por una mujer del otro bando y por esto lo buscaba la fuerza, que pretendía además aclarar algunos crímenes. Pero aquel día no lo encontraron.

Con 21 órdenes de allanamiento extendidas por un juez Correccional, a las 6.30 de un viernes se concentraron unos 15 efectivos en la cuadra de Estrella Federal entre Flor de Nácar y Guardia Morada, con la presunción de que en esos domicilios podrían encontrarse personas sospechadas. El saldo del operativo fue el secuestro de cinco armas de fuego y el arresto de 15 personas, de las que sólo siete quedaron acusadas de algún delito.

Cinco de esos detenidos eran miembros de una misma familia: los López. En su casa de Estrella Federal 1924, policías de la Tropa de Operaciones Especiales irrumpieron violentamente y tras poner el inmueble patas para arriba encontraron dentro de un ropero dos trozos compactos de cannabis y detrás de la cocina otro paquete. En total, según consta en el sumario judicial, se hallaron 3,3 kilos. Aunque al momento del hecho se había anunciado el secuestro de 4 kilos y medio de marihuana entre esos panes y cien porros hallados en otra vivienda vacía.

En el lugar quedaron detenidos Juan Alberto López, Beto, de 21 años y sus hermanos Diego Alejandro, de 20, y Martín Ezequiel, de 18. Al padre, Alcides, de 46, lo fueron a buscar a la obra en construcción en la que trabajaba como albañil desde temprano. La madre, María Rosa Zárate, de 45, llegó en pleno procedimiento tras cobrar un plan de empleo. Los policías no la dejaban entrar, pero ante su insistencia también la llevaron presa.

Días más tarde, la incursión policial de esa fría mañana de mayo fue tildada de abusiva por vecinos y familiares. La hermana de María Rosa contó que los efectivos habían destrozado desde colchones hasta útiles escolares y que habían actuado con brutalidad con los nenes más chicos de la familia, de 9, 11 y 13 años.

El operativo también fue cuestionado por la defensora oficial ad hoc Rosana Gambacorta, quien planteó la nulidad del proceso porque entendía que la orden de allanamiento dictada contra la casa de los López no estaba debidamente fundada. Es decir, que no estaba probada la relación de la familia López -donde ninguno de sus miembros tiene antecedentes y los jóvenes cursan estudios terciarios- con el líder de Los Monos. Pero las nulidades fueron rechazadas.

La condena recayó sólo sobre Juan Alberto porque él admitió que tenía la droga en su casa y asumió toda la responsabilidad. Dijo que la noche anterior una mujer (a la que no identificó por temor a represalias) le pidió que le tuviera "la bolsa" hasta el día siguiente. Sostuvo que no pudo evitar aceptárselo y pidió perdón a su familia por el daño causado.

Con un criterio más benévolo que el tribunal, el fiscal Miguel Rodríguez Vallejo pidió que sólo acusaran a Juan Alberto por tenencia simple de estupefacientes. Pero los jueces lo sentenciaron por almacenamiento, una figura más grave, por la cantidad de marihuana guardada. Con excepción de la jueza Caballero de Barabani, quien pretendía que le impusieran a Beto tres años de prisión condicional por tenencia.

La vivienda allanada hace un año.