|
sábado,
18 de
junio de
2005 |
La fiebre llegó al corazón de Europa
El Mundial de Alemania 2006, que se inicia el próximo 9 de junio, se distancia del anterior de Corea-Japón 2002 no sólo por los cerca de 13.000 kilómetros de separación geográfica. Hace cuatro años, los preparativos para la histórica primera cita mundialista en Asia entraban en la recta final. En cambio hoy, la Alemania que albergó el Mundial 74 se está probando a sí misma como "anfitriona ejemplar" en la Copa Confederaciones.
A poco menos de un año, el país europeo parece brindar muchas más certezas que incertidumbres, a diferencia de lo que sucedía en la antesala del Mundial 2002.
Corea del Sur y Japón afrontaron en aquel entonces una inédita experiencia de sede compartida entre dos países vecinos, con marcadas diferencias culturales, un pasado de conflictos bélicos y con resquemores vigentes. Ese Mundial tuvo un escenario sin tradición futbolística arraigada.
Sólo la disciplina en la organización de japoneses y surcoreanos, más el aporte de la revolución tecnológica en las comunicaciones, permitieron que el Mundial asiático recibiera un aprobado.
Sin embargo, el éxito de un Mundial se mide también por la "temperatura ambiente". Y en el Lejano Oriente no hubo "fiebre" futbolística. Miles de surcoreanos y japoneses permanecieron casi ajenos a un acontecimiento que fue seguido por 2.000 millones de televidentes en el mundo.
En contraposición, tres veces campeona del mundo y con una de las ligas más fuertes de Europa, Alemania garantiza una fiesta continua en torno al fútbol, incluso fuera de los estadios, tal como sucedió en Francia 98. El hecho de encontrarse en el corazón de Europa facilitará además la afluencia masiva de hinchas extranjeros.
Las diferencias que se vislumbran entre uno y otro Mundial son múltiples: la anunciada incorporación del "chip" dentro de los balones; el proyecto "Green Goal" que pretende hacer de Alemania 2006 el Mundial "más ecológico" de la historia, y un programa artístico y cultural más abarcativo y "omnipresente" durante toda la contienda.
Sólo el 9 de julio de 2006, el día de la anhelada final, se sabrá si el balance en estos aspectos se inclina a favor de Corea-Japón o de Alemania.
enviar nota por e-mail
|
|
|