La UE fracasó también en materia de presupuesto

La Unión no pudo acordar sus gastos futuros al día siguiente de suspender el calendario constitucional

Bruselas. - Las negociaciones de la cumbre de la Unión Europea (UE) en Bruselas para llegar a un acuerdo sobre el presupuesto del bloque para el período 2007-2013 fracasaron, al rechazar Gran Bretaña la última propuesta de compromiso presentada por el primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, a cargo de la presidencia rotativa europea. Las contribuciones de cada país al presupuesto europeo para este período de 6 años se hundieron luego de tres días de negociaciones sin tregua. Más de un billón de dólares, su recaudación y su distribución, estaban en juego.

Pero además también se puso en discusión el oneroso sistema de subsidios agrícolas, que Francia defendió con intransigencia. Los subsidios de este sector se llevan unos 312 mil millones de dólares del paquete financiero de la UE entre 2007 y 2014. El hundimiento de la cumbre presupuestaria europea resulta un ulterior golpe para el proyecto europeo, luego de las derrotas referendarias de la Constitución europea en Francia y Holanda, lo que forzó a la UE a ampliar este jueves el calendario de ratificación del texto y a plantear un período "de reflexión" de un año.

Ayer, y después de tres días de negociaciones extenuantes, llegó el "no" definitivo británico al rediseño presupuestario. "Desde una perspectiva británica pensamos que es incluso peor que la propuesta original, no es aceptable", dijo el portavoz del primer ministro británico Tony Blair sobre la última presentación de Juncker, quien ejerce la presidencia del Consejo de la UE. Sobre todo, porque dejaba de lado una reforma de la política agrícola, considerada por Londres una condición previa para una negociación sobre el "cheque británico", un jugoso reintegro de que goza Londres desde 1984.

La aprobación del presupuesto del bloque debe hacerse por unanimidad, lo que implica que Gran Bretaña, o cualquier otro miembro, puede hundir por sí solo cualquier acuerdo. Es lo que pasó finalmente ayer en Bruselas.

Previamente, se indicó que Juncker haría todavía una última propuesta de compromiso. En caso que ésta no tuviera la aprobación de holandeses, británicos y suecos, entonces interrumpiría las negociaciones.

Ya desde temprano se supo que Londres había rechazado la fórmula de compromiso de Juncker. El vocero de Blair dijo que el plan era demasiado ambiguo acerca de los recortes a las subvenciones agrícolas exigidos por Gran Bretaña. Blair se niega a renunciar al muy rentable reintegro del presupuesto continental -principal tema de los debates en la cumbre- sin un compromiso concreto de reformas a los gastos del sector agrícola. Las frases del plan de Juncker, dijo el vocero de Blair, "pueden ser interpretadas por otros como destinadas en realidad a proteger las subvenciones en lugar de propiciar el cambio".

Los gobernantes de la UE también se mostraron en desacuerdo respecto a otros puntos del proyecto de presupuesto, debido a que deseaban reducir más los gastos y las contribuciones para el sexenio 2007-2013. El presupuesto para el período 2007 a 2013 se ha calculado en unos 120.000 millones anuales de euros.

Este fracaso incrementará la sensación de crisis suscitada por los votos de Francia y Holanda contra la Constitución europea, y reforzará la impresión de que el proceso de integración continental, iniciado hace medio siglo, ha perdido su dirección.


Chirac, en pie de guerra
El presidente francés Jacques Chirac encabezó la campaña contra el reintegro a Londres y exigió que el "cheque" británico se redujese ahora y se eliminase en algún momento del futuro. Londres replicó con la reforma de la onerosa Política Agraria Comunitaria, la PAC, de la que Francia se lleva la principal tajada, un 20%.

Chirac dijo que podría aceptar la fórmula de transacción más reciente para resolver el actual estancamiento acerca del presupuesto de la UE, aunque ello costaría a Francia unos 12.000 millones de dólares adicionales. "Estoy dispuesto a hacer este esfuerzo, pero sólo si no seguimos aumentando" el presupuesto, declaró el mandatario. "Yo no puedo aceptar más aumentos", enfatizó. Juncker había logrado un aumento moderado del presupuesto para el sexenio, hasta 868 mil millones de euros, pero seis países (Alemania, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Suecia y Austria), todos contribuyentes netos, querían limitarlo a 800 mil millones. La agricultura y sus subvenciones se llevan el 40% de esa enorme suma.

Chirac no cedió y tampoco Blair.