Espaldarazo. El presidente brasileño sería reelecto en 2006 de acuerdo a dos sondeos de opinión

Lula no pierde respaldo político pese a la peor crisis de su mandato

No obstante, la imagen del gobierno y del Congreso se deterioró a raíz de las denuncias de corrupción

Río de Janeiro.- El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, surgió fortalecido ayer luego de que comenzó a reestructurar su gabinete para enfrentar la peor crisis política desde que llegó al poder, detonada por acusaciones de corrupción contra su partido y colaboradores. Políticos, incluso de oposición, analistas y operadores de los mercados elogiaron la renuncia de José Dirceu, poderoso jefe de Gabinete y baluarte en el gobierno de Lula, anunciada en la noche del jueves para volver a su escaño de diputado. En cartas intercambiadas y difundidas por la prensa local, Lula y Dirceu, amigos de larga data, coincidieron en que desde la Cámara baja podrá defenderse mejor de acusaciones y apoyar al PT y al gobierno.

Dos encuestas mostraron ayer que Lula, a pesar de que las acusaciones de que su Partido de los Trabajadores (PT) compró el apoyo de diputados golpeó a su gobierno, sería reelecto si los comicios de octubre de 2006 fueran inmediatos. Un sondeo del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope) reveló que la aprobación del gobierno de Lula cayó a 35% en junio, desde 39% en marzo. La encuesta, realizada por encargo de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), indicó que la evaluación de mala o pésima para el desempeño del gobierno creció a 22%, desde 17, y la regular quedó estable en 41%.


En segunda vuelta
La calificación de cómo conduce el gobierno el presidente, también disminuyó a 55% en junio, desde 58% en mayo. Sin embargo, la encuesta indicó que Lula ganaría la reelección, aunque en una segunda vuelta, con un margen apenas menor que el indicado por el anterior sondeo en marzo.

Ibope consultó a 2.002 electores entre el 9 y 13 de junio, cuando ya había estallado la crisis por denuncias del diputado Roberto Jefferson, quien acusó al PT de pagar mensualidades a legisladores de la coalición de aliados, por su apoyo. "Los principales factores que contribuyeron a empeorar la evaluación del gobierno son las denuncias de corrupción involucrando a instituciones de la administración federal e integrantes del gobierno y la creciente desaprobación a la gestión de políticas públicas", dijo la CNI sobre la encuesta. El sondeo tiene un margen de error de 2,2 puntos porcentuales.


Mala evaluación
Al realizarse la encuesta, recién surgían las denuncias de Jefferson contra el PT, que lanzó al considerarse abandonado por sus aliados, luego de ser vinculado a un escándalo de corrupción en la estatal empresa de correos. Según la CNI se observó un aumento de la percepción negativa de la ciudadanía sobre las acciones del gobierno para combatir la corrupción y las dirigidas a disminuir el desempleo, la violencia, el hambre y la pobreza. El sondeo fue divulgado mientras surgían nuevos cargos de compra de apoyos contra el PT y el partido se aprestaba a iniciar reuniones de sus principales dirigentes para discutir la crisis. Otra encuesta divulgada por el diario Folha de Sao Paulo mostró que una gran mayoría de los brasileños cree que existen casos de corrupción en el gobierno, aunque pese a ello Lula también figura en este sondeo como favorito para ganar las elecciones si éstas se hiciera inmediatamente. El sondeo del Instituto Datafolha se realizó el jueves, el mismo día en que las denuncias contra el PT derivaron en la salida de Dirceu, un antiguo amigo de Lula. Sin embargo, la evaluación del gobierno se mantuvo casi estable con respecto a una encuesta efectuada entre el 31 de mayo y el 1º de junio y, aunque con un menor porcentaje, Lula sería reelecto.

Un 56% de los consultados por Datafolha dijo creer que el PT pagaba las mensualidades denunciadas, contra sólo 18% que opinó que no. Un 26% dijo no saber. Asimismo el 70% cree que existen casos de corrupción en el gobierno, comparado con el 65% en la anterior encuesta de Datafolha y el 32% en marzo de 2004. El sondeo de Datafolha, realizado entre 2.124 personas y con un margen de error de 2 puntos porcentuales mostró, sin embargo, que Lula ganaría un comicio presidencial en una segunda vuelta electoral.

Mientras tanto, Lula continuará una profunda reestructuración ministerial la próxima semana, luego de regresar de una cumbre en Asunción de la unión aduanera Mercosur, que Brasil integra con Argentina, Paraguay y Uruguay, dijeron fuentes de gobierno. "El mercado está reaccionando bien a lo que podemos llamar de blindaje", dijo Alvaro Bandeira, director de Agora Seénior CTVM sobre un avance de 1,4% en la Bolsa de Valores de San Pablo y aludiendo a el contraataque político de Lula, que incluyó el anuncio esta semana de medidas de apoyo a la producción.

En tanto, el diputado Jefferson, autor de las acusaciones contra el PT y que responsabilizó directamente al ex jefe de Gabinete, volvió al ataque declarando que "José Dirceu es el jefe del mayor esquema de corrupción que haya visto en muchos años". Su Partido Trabalhista Brasileño (PTB) decidió en una reunión de directorio en Brasilia mantener su apoyo al gobierno en el Congreso, aunque retirando a sus designados en empresas estatales. Jefferson resolvió dejar la presidencia del partido, pese a que en la reunión había sido ratificado en el puesto. Por su parte, el diario Estado de Sao Paulo, reportó que en 2004 un funcionario del municipio ofreció dinero a un partido para que sus concejales votaran a favor de la entonces alcalde "petista" Marta Suplicy.

La popularidad de Lula cayó 4 puntos desde que estalló el escándalo.