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sábado,
18 de
junio de
2005 |
La cantante repasa su carrera y estrena su DVD, mañana en El Círculo
Adriana Varela: "El tango se va a preservar porque no se somete nunca a las reglas del mercado"
La intérprete dijo que, a pesar de las modas, prefiere cantar un repertorio que rescata
lo genuino del género
Rodolfo Bella / La Capital
La cantante Adriana Varela regresa a Rosario con una selección de tangos que recorren su carrera, mañana, a las 21.30, en el teatro El Círculo, Laprida y Mendoza. La intérprete también presentará su primer DVD, "Vivo", grabado el Teatro ND/Ateneo, de la ciudad de Buenos Aires. La vocalista contó a Escenario que la selección de los temas siempre estuvo condicionada por la "emoción" y que sólo es posible transmitir la pasión que siente por el tango cuando comparte los mismos códigos con su público.
-¿Cómo decidís el repertorio?
-Por la emoción. Es totalmente la cosa emotiva. Si me gusta un tango le doy para adelante. No es una elección para nada intelectual, sino absolutamente emotiva. Hay muchos tangos clásicos que no están bastardeados, que no están muy hechos. Eso está bueno porque hay gente que en Europa no conocía ninguno o algunos de los tangos los conocía por mis discos. Está bueno hacer descubrir autores como Homero Manzi, Homero Expósito, Celedonio Flores, Enrique Cadícamo.
-¿A qué le canta la nueva generación de compositoras?
-Hay mucha gente que se está dedicando a escribir y sabe que es muy difícil porque el Buenos Aires nuestro no es el mismo de antes, aquel bohemio de los autores clásicos. Es mucho más difícil ser estimulado para escribir con un shopping al lado que con una bohemia como la que tenía Homero Expósito. La verdad que era inspiradora y hoy no lo es tanto. Ellos saben muy bien que lo que hacen es muy difícil porque superar a esos poetas es muy difícil.
-¿Qué nuevos temas podría abordar hoy el tango?
-El tema siempre es la esencia. Creo que la vanguardia no está en la apariencia, sino en la esencia. Yo siempre elijo cantar lo esencial. Los tangos que yo canto son los clásicos, los que permanecen justamente porque son eternos. Aunque me hables de Internet o cosas así, lo esencial es otra cosa.
-¿Qué define lo esencial?
-Tiene que ver con la existencia, con el amor, la muerte, la vida. El paisaje, pero no lo anecdótico.
-¿Cómo reciben tu tango en el exterior?
-A mi me va bárbaro. Yo lleno teatros igual que acá y va gente local y me reciben con mucho agradecimiento los tangos que canto y hay un código que pasa en todas las partes, que es lo que hace el rito del recital entre la gente y yo, ese código de guiños que tienen que ver con las cosas a las que vos les estás cantando y con los tangos que elegís. Es lo que la gente va a buscar y por eso te van a ver.
-Es notable la apropiación que tiene ese rito en culturas tan distintas, como en Japón...
-A Japón no voyƒ No voy porque no quiero. No me interesa. Acá la clave es ir a cantar a los lugares que a mi me interesan. Yo sé que en Japón la voy a pegar porque cualquiera la pega y también se que voy a ganar guita, pero a mi me importa mucho lo que pase en mi. De hecho fue la séptima vez que digo que no a Japón. Por ahora no. Mientras tenga lugares donde ir prefiero no cantar en Japón.
-Quizás tenga que ver con el reconocimiento de códigos latinos, pero cuando usás en Europa el lunfardo, ¿no quedan suspendidos los códigos?
-No; preguntan mucho, pero les encanta no entender y buscar entenderlos. Es un poco como medio perverso estar cantando algo que los demás no entienden pero que tiene ganas de saber. Por eso hablo de los códigos, porque a veces aunque no se entienda la letra, lo aceptan. Yo creo en el lenguaje, no en la lengua. Creo que en lo artístico, lo importante es el lenguaje. La lengua viene después, pero si el lenguaje no es transferencial no sucede el hecho artístico porque más que hables exactamente igual.
-Así como evolucionaron otras disciplinas artísticas, ¿hacia dónde evoluciona el tango o se ajusta simepre a los moldes?
-No, yo creo que hay una explosión del tango. Explota cuando a el se le ocurre o cuando se lo necesita porque el tango no está sometido al mercado ni a las reglas de establishment porque nadie está obligado a pasar tangos en ningún lado, se preserva naturalmente y explotan cuando justamente no hay contenido en otras músicas nacionales, cuando falta contenido y creatividad. Ahí vuelve a explotar porque la gente vuelve a buscar identidad y se vuelve a buscar ella misma, y ahí entra el tango.
-Esa búsqueda de identidad se da un muchos aspectos, ¿crées que esa revalorización de lo argentino tiene que ver con la crisis del 2001?
-No, acá la crisis es mucho más antigua y tiene que ver justamente con el sistema, con el mercado, con las cosas que vos tenés que escucharlas, pero también tenés que elegirlas porque si te comés lo que te imponen no tenés ni ideología ni estética propia. Creo que la libertad de elegir siempre fue así. En los 70 también había que elegir. Lo que pasa es que sobraba buen rock, pero también había malo y había que elegirlo. Esto es un ejercicio. Ejercer la libertad es algo muy copado pero también es algo duro.
-A partir de la crisis del 2001, con las restricciones para los shows extranjeros, se abrieron las posibilidades para el mercado interno...
-Pero no sé si es tan así, porque yo ya había ido a España en el 95, en el 98 y en el 2000 y acá siempre tuve un gran público.
-La ventaja que tienen los tangueros es que no les llega competencia del exterior...
-Eso es bueno, pero a cada país le pasa lo mismo con las manifestaciones de su cultura. Lo que pasa es que estás cantando lo tuyo. Sólo te puede superar otro como vos, otro argentino.
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"Es difícil que un escritor de tangos se inspire con un shopping al lado", dijo Varela.
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