Fábrica modelo

Fundada en 1947, Cilsa fue una fábrica modelo de ciclo completo, de lana a tela. Llegó a tener un plantel de 500 empleados y alcanzó una producción anual de más de un millón de metros de tela, cuya calidad le valió reconocimiento nacional e internacional. La fábrica, convertida en una de las más importantes textiles del país, cayó en la inactividad a mediados de 1998, cuando un conflicto desatado entre la patronal y sus entonces 120 operarios devino en una cesantía masiva de trabajadores y el posterior cierre de las instalaciones. En el ínterin, la empresa se presentó a concurso de acreedores y el abandono en que quedó sumida la fábrica facilitó el accionar de vándalos y ladrones. En tanto, el directorio de Cilsa se mostró incapaz de remontar la abultada deuda de la empresa y finalmente quebró. Cilsa fue librada entonces a su suerte, y totalmente saqueada, desmantelada y en ruinas, terminó siendo un fantasma casi en pleno centro de la ciudad.