Música, teatro y danza en la movida cultural venadense

La cantidad de actividades culturales que tiene Venado Tuerto llama la atención por lo desproporcionado en relación a su población. Grupos de teatro, danza, coros, arte, poesía, música, foros, revistas, bibliotecas populares son los que conforman este dinámico movimiento que se autodefine como independiente porque se desarrolló sin apoyo del Estado municipal.

  “Venado Tuerto tiene una actividad cultural avasallante si se la compara con otras ciudades de su dimensión, hay una creatividad e iniciativa fuera de lo normal. La cultura en Venado es modelo”, sostiene Fernando Peirone, director de la revista “Lote”, que está por editar su número 100.

  “Y este movimiento es muy adelantado en relación a los dirigentes políticos de la ciudad. Para los distintos gobiernos municipales la cultura siempre fue una carga, y así están absolutamente rezagados no sólo en relación a la madurez que tiene la gente en Venado, sino incluso a la que tienen los empresarios, porque son ellos quienes sostienen económicamente todo este movimiento independiente”, afirma Peirone.

  Horacio Martínez preside Kaiak, una entidad que agrupa a todas las asociaciones y agrupaciones independientes del arte y la cultura local. “El movimiento cultural en Venado es muy prolífico en comparación con otras ciudades de su tamaño. Tiene una actividad teatral independiente con temporadas de mayor espectadores y funciones que salas parecidas en Rosario. La actividad coral, musical y de danza también está muy desarrollada”, dice.

  Martínez, que también integra el Galpón del Arte (un grupo teatral independiente), se remonta a las experiencias para explicar el vasto movimiento cultural de la actualidad. Así señala al trabajo realizado durante 15 años en torno a Biblioteca Popular Ameghino como una bisagra en este sentido y también rescata la “extraordinaria experiencia” de la Facultad Libre de Venado Tuerto.

  La misma funcionó durante tres años en horario nocturno con un sistema de educación no formal. Tenía las más variopintas cátedras, tales como de amor, juego, filosofía y psicología. Y concurrían disertantes de la talla de Tomás Abraham, Mario Benedetti, Eduardo Galeano, Soledad Silveyra, Gustavo Varela, Sergio Rodríguez y León y Alejandro Rozitchner y Osvaldo Bayer, entre otros.