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domingo,
05 de
junio de
2005 |
Traen agua, por las dudas
La selección de Brasil no quiere volver a ser víctima de jugarretas del pasado. Por eso, en una muestra de precaución aunque no exenta de ironía, los jugadores brasileños, que el miércoles jugarán contra Argentina en el Monumental, llegarán a Buenos Aires provistos de su propia agua "para evitar imprevistos", en obvia alusión a lo que la prensa brasileña eligió llamar "la guerra de los bidones".
"La comisión técnica de la Confederación Brasileña de Fútbol decidió preservar a los jugadores de un imprevisto en su visita a la Argentina, a raíz de las declaraciones que realizó en su momento Diego Maradona cuando afirmó que Branco bebió agua bautizada en el partido entre ambas selecciones en el Mundial 90", publicó ayer el diario Folha de San Pablo.
La información, además, consigna que los patrocinadores de los pentacampeones mundiales decidieron proveer centenas de botellas de agua mineral a su delegación "para evitar similitudes con Italia 90".
"Espero que los argentinos no insistan con prácticas del pasado, como esa de poner polvito en la comida", dijo Parreira.
Maradona había reflotado en marzo pasado que en el partido ante Brasil, por los octavos de final del Mundial 90, desde el banco de suplentes le convidaron a al lateral Branco agua con un somnífero.
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