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miércoles,
01 de
junio de
2005 |
El gobierno apura la ley antitabaco para imponer un cambio cultural
Salud dijo que la norma es una política de Estado para que los argentinos no se "fumen el futuro"
Un proyecto de ley antitabáquica para limitar la publicidad de cigarrillos y restringir los lugares públicos para fumar "está casi listo" para ser enviado al Congreso, adelantó ayer el ministro de Salud Ginés González García. El funcionario formuló el anuncio en el Día Mundial Sin Tabaco al presentar dos guías instructivas para el tratamiento de la adicción y para que se declare a todos los hospitales del país libres de humo. "Se promueven acciones para disminuir el consumo de tabaco y para proteger a los fumadores pasivos, seis mil de los cuales mueren cada año en Argentina", señaló el ministro.
Además, ratificó que la ley que prepara el gobierno es "parte de una política de Estado" con la que se intenta "hacer un cambio cultural en la conciencia de los argentinos" para que no se "hagan daño" y no se "fumen el futuro".
"Esto no es una acción de un solo día; se trata de una decisión del gobierno", afirmó. Cuestionó también a las tabacaleras al afirmar que "avanzaron solas sin resguardo del ciudadano e inducen a un consumo sobre todo al adolescente".
Uno de las cuestiones que retrasan el texto final del proyecto de ley está vinculado al tema impositivo, ya que se discute si la propuesta de elevar los aranceles para subir el precio del tabaco será incluida o no dentro de la normativa, explicaron voceros oficiales.
González García presentó ayer en el auditorio de la Jefatura de Gabinete la Guía Nacional para el Tratamiento a la Adicción al Tabaco y la Guía para Declarar a los Hospitales Libres de Humo.
"Se trata -dijo el ministro- de que los profesionales de la salud no sólo puedan curar a los pacientes de enfermedades derivadas del tabaco sino también trabajen en la prevención del hábito de fumar".
El funcionario contó que una encuesta realizada recientemente en la Facultad de Medicina reveló que "el 100 por ciento de los estudiantes querían ayudar a los pacientes a que dejen de fumar pero no sabían cómo hacerlo y sólo el 30 por ciento decían conocer una forma metodológica de poder hacerlo". Los datos oficiales indican que en Argentina mueren anualmente 40 mil personas como consecuencia del consumo de cigarrillos y, de esas, seis mil son fumadores pasivos.
El tratamiento de las enfermedades causadas por el cigarrillo insume más de 4.300 millones de pesos anuales, mientras que el ingreso tributario es de 3.500 millones de pesos. La estadística que maneja el Ministerio de Salud precisó que el 40 por ciento de los argentinos mayores de 16 años fuma, y que el 34 por ciento son mujeres.
El mayor grupo de fumadores tiene entre 25 y 40 años y pertenece a sectores medios o medio-bajos de la población. El inicio al consumo de tabaco es cada vez más precoz debido a que los datos oficiales revelaron que el 60 por ciento de los jóvenes entre 13 y 15 años ha probado el cigarrillo.
González García expresó que Argentina se ha convertido en "un lugar donde aunque uno no fume es fumador en todos lados". El gobierno -aclaró- no quiere "ser agresivo ni confrontar" pero sí "trabajar en todos los frentes".
Impuestos y tabacaleras
Subir los impuestos a los cigarrillos es una iniciativa para impedir que los jóvenes adquieran el hábito de fumar. Para 2020, se calcula que el tabaco habrá causado más muertes que las sumadas por el sida, los accidentes de tránsito y la tuberculosis. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cinco millones de personas mueren cada año en el mundo por enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco.
Entre la lista de enfermedades generadas como consecuencia del tabaco se encuentran: el cáncer de estómago y el de cuello uterino, la neumonía, el cáncer cervical y el de pulmón, el cáncer de riñón, el cáncer de páncreas, las cataratas y la periodontitis, entre otras.
A pesar de todas estas iniciativas para dejar de fumar o impedir que aumente el consumo de tabaco, una de las principales barreras a vencer sería la de los intereses creados por las tabacaleras. Según los expertos, la industria tabacalera trata de bloquear los procesos políticos tendientes a restringir o prohibir el consumo de tabaco en la sociedad.
En la actualidad existen 1.300 millones de fumadores en el mundo y la OMS alerta que antes de 2020 se hubieran podido evitar unas 10 millones de muertes.
En Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y Paraguay, las prevalencias son bastante altas pues, alrededor del 40 por ciento de la población fuma. Y el 30 por ciento de los chicos, de entre 13 y 15 años, ya fuma habitualmente.
Armando Peruga, un médico especialista que participa en la Campaña Mundial Sin Humo de Tabaco de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), señaló que las iniciativas clave que intentan impedir que aumente el hábito de fumar son: el aumento de los impuestos al tabaco, la prohibición de la publicidad sobre cigarrillos, la creación de ambientes libres de humo y la publicación de advertencias sanitarias en los paquetes de cigarrillos en un tamaño ideal del 50 por ciento de la caja.
La OMS se centrará en convencer a los médicos, enfermeras, odontólogos, psicólogos, farmacólogos, y en general al personal sanitario, para que participen en reducir el tabaquismo al transmitir información a los pacientes. (Télam)
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Fotos
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Bandera Argentina y consignas contra el tabaco.
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