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miércoles,
25 de
mayo de
2005 |
Campos magnéticos en casa
María Laura Favarel / La Capital
Celulares, antenas de telefonía y cables de alta tensión están en boca de todos a causa de los argumentos que hablan de sus efectos perjudiciales en la salud humana. En cambio, son poco conocidas las radiaciones producidas por los artefactos hogareños, aquellos que tenemos en casa y que están incorporados a la vida cotidiana del hombre moderno. A la cabeza de los electrodomésticos generadores de mayor radiación se encuentran el horno de microondas, luego el secador de cabello y en tercer lugar la computadora."Está comprobado que producen un aumento de calor, sin embargo aún se desconoce si poseen efectos cancerígenos", dijo el ingeniero electricista Walter Giménez, en el marco Congreso Regional de Medio Ambiente organizado por la Facultad de Química e Ingeniería de Rosario (UCA) y la Universidad Tecnológica Nacional de Rosario.
Los campos electromagnéticos están por todas partes, pero son invisibles al ojo humano. Estos se producen de dos formas, una es por la acumulación de cargas eléctricas en determinadas zonas de la atmósfera por efecto de las tormentas, y la otra son causadas por fuentes generadas por el hombre. La electricidad que surge de cualquier toma de corriente lleva asociados campos electromagnéticos de baja frecuencia, mientras que las ondas de radio de frecuencia más alta se utilizan para transmitir información (antenas de televisión, estaciones de radio o de telefonía móvil).
En la ciudad de Santa Fe funciona el único laboratorio del país habilitado para efectuar mediciones de los campos electromagnéticos. Su responsable es el ingeniero Walter Giménez. Las mediciones en la provincia comenzaron en el •97 y desde entonces se midieron más de 300 antenas de telefonía de celular, líneas de alta tensión y estaciones transformadoras. El laboratorio se encarga además de trabajos especiales para empresas y de capacitar al personal que realizará las mediciones en Rosario.
"Las radiaciones electromagnéticas son formas de contaminación ambiental", aseguró Giménez a La Capital. "Está probado científicamente que las radiaciones generan calor, mientras que aún no pudo confirmarse que puedan causar cáncer. Eso se está estudiando. Un pequeño calor no hace nada porque el propio ser humano tiene mecanismos termorreguladores que ayudan a evacuarlo, pero cuando es excesivo, la piel se ampolla y las quemaduras pueden causar la muerte", agregó el ingeniero electricista.
Al enchufar un cable en una toma de corriente se generan campos eléctricos en el aire que rodea al aparato. Cuanto mayor es la tensión, más intenso es el campo producido. La tensión puede existir aunque no haya corriente eléctrica, por eso no es necesario que el aparato esté en funcionamiento para que exista un campo eléctrico en su entorno.
En el hogar
Los campos electromagnéticos que producen los aparatos eléctricos son un ejemplo de campos de frecuencia extremadamente baja (de hasta 300 Hz). En el hogar, donde habitualmente convivimos con múltiples aparatos eléctricos, el mayor contaminante es el microondas debido a que posee pequeñas fugas de radiación. El radio de acción abarca apenas algunos centímetros (la radiación disminuye 100 veces a 50 centímetros del aparato) con lo cual simplemente alejándose se obtiene un nivel de protección aceptable.
En cuanto a los efectos del microondas sobre los alimentos, Giménez explicó que aún no está demostrado que la radiación se traslade a la comida. "Son radiaciones no ionizantes que no alteran la materia", aclaró. Al apagar el microondas, así como cualquier otro aparato eléctrico, desaparece la radiación y no quedan remanentes.
Otro de los electrodomésticos que genera un importante campo electromagnético es el secador de cabello. "Está comprobado que la inducción de corrientes en el cuerpo humano afecta, sin embargo, los niveles son mínimos, los efectos locales son muy reducidos y no está comprobado que sea acumulativo", señaló. Los estudios actuales se orientan a evaluar qué sucede con una persona sometida a campos electromagnéticos durante largo tiempo.
En cuanto a las pantallas de TV y los monitores de las computadoras, Giménez apuntó que cada vez se hacen más amigables con el ser humano. "Ahora se fabrican las pantallas de plasma, que no emiten radiaciones", agregó.
Al respecto el especialista recomendó "no colocar las pantallas de computadora enfrentadas por atrás, porque los campos electromagnéticos interactúan y se potencian".
"En el caso de los otros electrodomésticos de uso hogareño el campo electromagnético que generan es despreciable", remarcó Giménez.
Qué pasa en Santa Fe
"Conviene prevenir valores superiores a los establecidos en la legislación (entre 100 y 300 Khz) y para ello hay que hacer mediciones", señaló Giménez. "Los campos electromagnéticos medidos en Santa Fe están un 10% por debajo del valor máximo permitido por la ley. En cuanto a las radiaciones, se encuentran 1.000 veces por debajo de lo establecido. Cerca de una antena de celular los valores están entre mil y cinco mil veces por debajo de los máximos permitidos, mientras que próximos a una antena de baja tensión se ubican entre el 5 y el 10% de los máximos permitidos, con lo cual bajo el punto de vista de la legislación vigente, no deberían ocasionar problemas a la salud humana", remarcó el especialista.
"Esto es producto del bienestar, por eso en los países en vías de desarrollo estamos menos contaminados que en el Primer Mundo", opinó luego.
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Fotos
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Los campos electromagnéticos de Santa Fe están por debajo del valor legal.
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