Cantidad y calidad

Cuando en 1993 se sancionó la ley federal de educación, el sistema educativo comenzó a transitar un largo camino de cambios en su estructura que no pasaron sin pocas consecuencias para la vida escolar. De hecho la idea de contar con una escuela básica obligatoria y un polimodal no resultó sencillo de implementar y menos de entender, a pesar de que la idea con que se anunciaban eran la de sumar la mayor cantidad de alumnos a la escuela. Por si valiera recordarlo, el resultado de estos cambios hoy se visualizan en un sistema fragmentado en 24 realidades bien diferenciadas.

La provincia de Santa Fe resulta un caso testigo del caos que en la Argentina generó la implementación del tercer ciclo de la EGB (comprende los 7º, 8º y 9º años de la EGB), creado para extender a 10 los años de la escuela obligatoria establecidos por la ley federal.

De hecho, hoy conviven tres modelos diferentes en la provincia: un 22% de escuelas (132 establecimientos) con la EGB completa, esto es los 8º y 9º años incorporados a la primaria; un 4% con el 7º integrado a los 8º y 9º años y al polimodal y el 74% restante -la gran mayoría- conviviendo en un sistema mixto: el 7º en la vieja primaria y los 8º y 9º años en la secundaria. Además del modelo generado para las escuelas rurales, apoyado en tutores y profesores itinerantes.

En pocas palabras, el rompecabezas habla de la falta de identidad de un modelo que atiende el último tramo de la etapa obligatoria fijada por la ley federal. Y esa falta de identidad se traduce en la necesidad de definir qué lugar ocupará finalmente el tercer ciclo en la estructura del sistema educativo santafesino. De hecho ya se sabe que las experiencias que optaron por primarizar esta etapa de la enseñanza, como el caso de la provincia de Buenos Aires, han dado un paso al costado.

En Santa Fe unos 170 mil alumnos de escuelas públicas aprenden en estos años y modelos. La determinación de optar por esta forma mixta, fue en 1998, y se hizo con el argumento de favorecer a los sectores más desfavorecidos, otorgándoles la EGB completa, en primera instancia, a las escuelas llamadas urbanomarginales.

Pero las críticas a la forma elegida por Santa Fe aún se hacen escuchar, sobre todo por la mirada asistencialista que primó sobre esta decisión. Mientras tanto los entendidos en el tema esperan que finalmente se siga la tendencia mundial de reconocer a estos años como el ciclo básico de la escuela media, para de esa manera garantizar que junto al aumento de la matrícula pueda darse la calidad de la enseñanza.