|
sábado,
07 de
mayo de
2005 |
Patético
1º de Mayo
Qué difícil debió ser para las autoridades gubernamentales, gremiales y otros, esbozar un discurso en el Día del Trabajador, cuando hoy, más que nunca seguimos mandando postales al mundo, mostrando las escenas cotidianas de hombres, mujeres y niños hurgando en los residuos domiciliarios para alimentarse. Cómo sobreponerse, si por necesidad se ha visto forzado al servilismo despiadado y cruel de las leyes de contrato de trabajo, con la aprobación del canibalismo sindical. Porque no aceptamos que, como consecuencia de gobernantes corruptos, nuestras familias, los trabajadores, los jubilados, sufran el dolor de la pobreza, mientras quienes deberían defenderlos cuidan sus privilegios en una sociedad que se disgrega permanentemente. Porque permitimos que los "capanga" de orden internacional nos digan que tenemos que hacer, que no tenemos otros caminos; porque es otro el camino que tenemos que recorrer juntos, es el camino de la justicia social, la dignidad y la soberanía. Qué podrá decir en su "día" el trabajador a sus hijos, familias, si le fue arrebatada la dignidad, y lo que más anhelaba, ser el sostenedor de su propia familia, cuando la sociedad lo condena a la indigencia. En nuestro país el trabajador debe recobrar la estabilidad laboral que le permita fortalecer su presente y planificar su futuro sobre bases firmes que tienen que otorgar aquellos que nos gobiernan. Dijo el general San Martín: "Se divisa un porvenir funesto a la causa de la humanidad si las provincias del Río de la Plata no se vinculan con los lazos de la sociabilidad que la hicieron temible a nuestros enemigos".
Aldo Guardia
enviar nota por e-mail
|
|
|