|
miércoles,
04 de
mayo de
2005 |
Apuran la ley de donante presunto
Integrantes de unas 80 organizaciones civiles de todo el país que asisten pacientes que esperan un trasplante o ya fueron trasplantados, exigirán hoy en el Congreso nacional que se trate un proyecto de ley de consentimiento presunto, presentado hace dos años.
De aprobarse el proyecto, todos los ciudadanos argentinos pasarían a ser potenciales donantes de órganos a menos que manifiesten lo contrario y hagan constar su deseo en el documento nacional de identidad.
"Los legisladores dicen que tienen cosas más importantes para tratar pero nosotros tenemos seis mil pacientes que esperan un órgano y por cada día que dejan pasar, se muere más gente", afirmó una de las integrantes de la Asociación Marplatense de Apoyo al Transplante (Amat), Graciela Errea.
Amat forma parte de una red nacional de organizaciones no gubernamentales de apoyo al trasplante y donación solidaria de órganos, una agrupación de 80 organismos que impulsan la sanción de la ley y cuyos representantes, se movilizarán hoy al Congreso.
"Hay muchas personas que no donan porque no saben cuál era la voluntad de sus familiares fallecidos y no se inscriben como donantes porque no tienen tiempo para hacerlo", destacó Errea.
Agregó que la sanción de la ley, "lejos de ser compulsiva (como se suele argumentar) libera a las familias de una decisión que es muy personal".
Errea aseguró que en los dos meses del verano los militantes de Amat inscribieron unos 17 mil donantes potenciales y destacó que "los argentinos son solidarios, pero tienen que tener la oportunidad de expresarlo".
En una carta abierta que la Red hizo circular ayer, las organizaciones afirman que "por cada día que ustedes (los legisladores) dejan pasar, dos personas ingresan a lista de espera y otras dos mueren esperando".
Agregan que el proyecto de ley de consentimiento presunto "da prioridad a la vida, favoreciendo la donación de órganos con la creación en la población de una máxima conciencia solidaria y procurando que cada persona pueda reflexionar y ejercer adecuadamente su derecho de autodeterminación".
"El objetivo es que el tema sea debatido en familia y cada uno tome una decisión personal al respecto", concluyó Errea, y dijo que la ley "libera a la familia para que no decida por el ser querido". (Télam)
enviar nota por e-mail
|
|
|