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miércoles,
04 de
mayo de
2005 |
Gracias, padre
Santiago
El día 22 de abril de 1995, llegaba a nuestro pueblo, Pavón Arriba, el nuevo sacerdote que se haría cargo de la parroquia, el cura párroco Santiago Aranda. Hacía mucho tiempo que un sacerdote no vivía en el pueblo, ya que lo compartíamos con otras localidades. Desde el primer día que llegó, no dejó nunca de trabajar para que el templo esté hermoso. Pese a tener otras parroquias a cargo y ser capellán de cárcel, nunca dejó de atender a nuestra comunidad. Fueron 10 años de mucho trabajo, que con su carisma hizo acercar a la parroquia a personas que estaban alejadas, buscando él mismo acercarse a nosotros. El tiene una frase que repite muy a menudo: "Los agradecimientos hay que darlos en vida". Es por eso que toda la comunidad de Pavón Arriba le agradece estos 10 años de compartir con nosotros y le pedimos a nuestra patrona, la Virgen del Carmen, que él siga estando junto a nosotros por mucho tiempo más.
Viviana Calore, comunidad
de Pavón Arriba
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