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Peugeot estiró el 206 para toda la familia

La marca del león presentó en el país la versión rural denominada SW. Tiene un nivel de equipamiento elevado y motorización naftera 1.6. Nuevas suspensiones y carrocería, junto al diseño, le agregan dinamismo

Jorge Kaplan / La Capital

Peugeot presentó en Argentina la versión rural del 206 bajo la denominación SW, con dos niveles de equipamiento, el más alto muy completo, que apunta competir en el segmento de familiares contra la Chevrolet Meriva. El modelo producido en Brasil viene, por el momento, con una única motorización naftera 1.6 de 110 caballos.

La marca francesa presentó en una añosa estancia cercana a la localidad bonaerense de Lobos el 206 SW, un modelo que comenzó a producirse y fue lanzado en Brasil en febrero de este año. El 206 SW apunta a captar los clientes de autos familiares pero posicionado por encima de lo que puede ser el exitoso Volkswagen Gol Country, con el Chevrolet Meriva como rival. Esto es así dado el elevado nivel de equipamiento y el prestigio de la marca Peugeot en la Argentina.

Por el lado del diseño, mantiene la cara del 206 berlina, pero en la vista lateral y en la cola es completamente nuevo. En el perfil incorpora una tercera ventanilla, con el detalle de la manija de la puerta trasera disimulada en el parante lo cual le otorga un aire más deportivo, al estilo del Alfa Romeo 156, por ejemplo, mientras en la cola es llamativa la óptica con forma de búmeran alojada en el pilar D. Este SW es 19 cm más largo que el 206 berlina.

Las versiones son dos, denominadas Confort y Premium, la primera con un precio de 37.900 pesos y la superior a 40.700, idénticas en los aspectos mecánicos y diferenciadas sólo en el nivel de equipamiento.

En ese sentido, la Confort trae, entre otros elementos, aire acondicionado, airbags delanteros doble, la apertura de la luneta independiente del portón trasero, la butaca del conductor regulable en altura, aire acondicionado, radio con CD, respaldos traseros rebatibles en 2/3-1/3, alzacristales delanteros y antinieblas traseros, barras portaequipaje, dirección hidráulica y cierre centralizado de puertas a distancia.

La Premium agrega alzacristales traseros, espejos eléctricos, faros antiniebla, comando al volante del equipo de audio, limpiaparabrisas automático con sensor de lluvia, encendido automático de luces, computadora de a bordo y llantas de aleación.

A la hora de la funcionalidad se destaca el baúl de piso plano con un acceso bajo y la apertura de la luneta de forma independiente que además se puede abrir desde el control remoto. Los portaobjetos abundan en el interior y en el baúl, y posee ganchos y una red de sujeción de cargas.

Otro elemento interesante es que el respaldo del acompañante se puede rebatir lo cual permite alojar cómodamente objetos de hasta 2.336 mm de largo como una tabla de surf por ejemplo.

Como puntos criticables se puede mencionar la ubicación de los botones de los alzacristales y el comando de espejos en el panel central sobre el túnel entre las butacas delanteras, y la calidad de los materiales plásticos del tablero, algo lamentablemente habitual en la mayoría de los vehículos de origen brasileño. Y como faltante, el antibloqueo de frenos ABS y una motorización diesel.

En los aspectos mecánicos ambas versiones son idénticas, con el conocido motor naftero 1.6 de 110 caballos de potencia, caja manual de 5ª, frenos de disco en las cuatro ruedas y dirección asistida. La performance declarada por Peugeot indica que alcanza los 194 km/h, con un consumo mixto es de 14,9 km por litro.

Respecto al 206 berlina, la obvia diferencia de carrocería trajo aparejado un alargue del voladizo trasero (mantiene la distancia entre ejes) que obligó a modificar con refuerzos la estructura trasera con el agregado de vigas suplementarias en ese sector. También se reforzó la estructura del chasis que elevó la rigidez torsional respecto del 206 berlina, lo cual apunta a dotar al vehículo de un comportamiento más dinámico, además de su carácter familiar.

También se reformuló el esquema de suspensión. Adelante se cambiaron los resortes, mientras que atrás se adoptó el sistema ya visto en la versión deportiva RC del 206. En el tren posterior se mantuvo el esquema de brazos arrastrados pero se sumaron dos barras de torsión acopladas con bridas de aleación liviana.

La garantía ofrecida por Peugeot es de un año sin límite de kilometraje para la parte mecánica, tres años para la pintura y doce años para la corrosión. El 206 SW apunta al segmento de las break y los monovolúmenes pequeños y argumentos para tener éxito no le faltan.

El precio del 206 SW es de 37.900 pesos para la versión Confort y 40.700 para la Premium. Como para comparar, el Chevrolet Meriva naftero cuesta entre 36.200 y 42.000 pesos con un nivel de equipamiento similar. Ya con menos dotación de confort, el Fiat Palio Weekend naftero sale 29.500 pesos y el Volkswagen Gol Country naftero Trendline está a 31.100 pesos. Estos valores muestran claramente el posicionamiento adoptado por Peugeot, cuyos precios son en general más altos que los de sus competidores, lo cual no le impide al 206 ser uno de los modelos más vendidos gracias al tradicional vínculo entre la imagen de la marca y la idea de valor instalada desde hace décadas entre la clase media argentina.