Buscan detectar tuberculosis en centros de salud privados

Florencia O'Keeffe

La tuberculosis está íntimamente ligada a la pobreza por lo que se minimiza la posibilidad de contagio en personas de clase media o media alta. Por eso, el Programa Provincial de Control de la Tuberculosis en Santa Fe puso el acento en la concientización de médicos del sector privado con el fin de reducir la tasa de enfermos en Rosario. La ciudad registró en el 2004 el 62% de los casos de Santa Fe. La cifra se mantiene estable desde hace años cuando en el total de la provincia viene bajando. "El objetivo es continuar y profundizar la búsqueda de enfermos y lograr la cura. Ahora apuntamos al sector privado donde no se piensa en tuberculosis", señaló a La Capital el neumonólogo Bernardo Salvadores, jefe del programa provincial.

En clínicas y sanatorios se da con más frecuencia que en los efectores públicos el hecho de confundir la enfermedad con una bronquitis mal curada, con problemas asmáticos, con las consecuencias del cigarrillo o con otras infecciones inespecíficas. "Hay chicos que tienen tuberculosis y han sido tratados durante meses como alérgicos", ejemplificó el especialista.

Los médicos que atienden a pobladores de bajos recursos están más entrenados en el tema y ante determinados síntomas piden el análisis correspondiente para saber si la persona tiene el bacilo que causa la enfermedad. "En el segmento privado, al darse con mínima frecuencia, esa sospecha se demora", explicó Salvadores.

"Ahora apuntamos a una mayor concientización entre estudiantes universitarios, médicos que trabajan con obras sociales y prepagas, al igual que entre los docentes para que se le dé mayor valoración al tema en la currícula", agregó.


La situación local
Un informe elaborado por el equipo de profesionales del programa indica que Rosario presentó entre 2002 y 2004 una tasa superior al promedio provincial, situación que se repite en Las Toscas, Calchaquí y Coronda (por el elevado número de enfermos en la cárcel). La concentración poblacional y la constante inmigración proveniente del norte del país, especialmente del Chaco (una de las provincias argentinas con más casos) son las principales causad del aumento de casos en Rosario.

La tendencia general en toda la provincia es a la disminución. Aunque se detectan dos nuevos casos por día, Santa Fe tiene la novena tasa más baja de enfermos en todo el país gracias al trabajo que desde hace años lleva adelante el Programa Provincial en zonas de bajos recursos. En el 2004 fueron notificados 588 enfermos nuevos de tuberculosis (el 5% de los casos registrados en Argentina).


Para tener en cuenta
La tuberculosis es una enfermedad infecto contagiosa causada por el bacilo de Koch. La forma más frecuente es la pulmonar pero también puede afectar otros órganos. Se propaga por el aire cuando la persona enferma tose, habla o estornuda. Desde hace varias décadas se la cura mediante un tratamiento antibióticos que dura seis meses.

El enfermo de tuberculosis suele presentar síntomas como tos frecuente, pérdida del apetito, pérdida de peso, sudoración, malestar general y en algunos casos expectoración con sangre. De no recibir la medicación adecuada un enfermo activo puede infectar a un promedio de entre 10 y 15 personas en un año. Si no es tratada puede llevar a la muerte o dejar secuelas importantes.

Erróneamente se la creyó erradicada en la década del 80, pero a principios de los 90 se produjo un rebrote como consecuencia del sida (las personas con el sistema inmunológico debilitado tienen más chances de contagiarse) y un mayor desplazamiento desde los sectores pobres a las áreas más urbanizadas.

Es cierto que la enfermedad aún sigue teniendo mayor incidencia en los sectores de bajos recursos ya que allí encuentra las mejores condiciones para desarrollarse: hacinamiento, ambientes con mala higiene y personas mal nutridas.


Qué hacer
Una vez diagnosticada se medica al paciente durante seis meses con antibióticos específicos y se controla además a todo el entorno. "La mejor prevención es detectar enfermos y curarlos porque acortamos la transmisión", puntualizó Salvadores. Por esto es importante el control de los convivientes del afectado, ya que por tratarse de una enfermedad contagiosa es muy probable que personas del entorno hayan contraído el bacilo. Desde el momento del contagio a la aparición de los síntomas -que suelen ser paulatinos- pueden pasar, incluso, varios años.

La adherencia al tratamiento es un punto al que los médicos especialistas le prestan especial atención. Dado que la medicación se debe tomar durante seis meses muchos pacientes lo abandonan.

La provincia de Santa Fe cumple con una modalidad de tratamiento diseñada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que consiste en la supervisión de la toma de la medicación. La persona ingiere el antibiótico a diario en el centro de salud más cercano a su domicilio y cuando no aparece el agente sanitario lo va a buscar a su casa. "Es impresionante la tarea que hacen médicos y enfermeros; muchas veces después de largas horas de trabajo salen a buscar a las personas para que cumplan con la medicación y tomen conciencia de la enfermedad", destacó Salvadores.