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miércoles,
27 de
abril de
2005 |
El gobierno pretende que se considere a la polémica un tema cerrado
Caso Baseotto: buscan vía diplomática
El ministro del Interior dijo que se intenta desactivar el litigio con el Vaticano. El embajador en la Santa Sede lo confirmó
El gobierno reforzó su estrategia de bajar el tono al conflicto que se desató con el Vaticano por la remoción de Antonio Baseotto como obispo castrense, y tras pedir "no hablar más" de este tema confirmó que se avanza en la vía "diplomática" para arribar a una solución.
"No deberíamos hablar más del tema porque está terminado", advirtió el ministro del Interior, Aníbal Fernández, al regresar del Vaticano. Luego confirmó que el áspero entredicho que se originó con la Santa Sede poco antes de la muerte del papa Juan Pablo II deberá "concluirse con la tarea diplomática".
En línea con el gobierno, el embajador argentino en el Vaticano, Carlos Custer, confirmó que el asunto "se canaliza por el lado" diplomático para intentar arribar a la mejor solución.
"El primer interlocutor es el secretario de Culto (Guillermo Oliveri), bajo la supervisión del canciller (Rafael Bielsa), con el nuncio apostólico, monseñor (Adriano) Bernardini, y por supuesto nosotros y mi relación acá con el Vaticano, en función de ayudar a que encontremos una solución acordada", destacó.
Problemas y gestos
Custer consideró que el caso Baseotto es un "problema menor" como para haber formado parte de la agenda del presidente en su viaje a la Santa Sede para concurrir a la asunción de Benedicto XVI.
"La verdad es que la visita del presidente Néstor Kirchner fue extraordinaria", enfatizó el embajador, y celebró la importante delegación que lo acompañó. En el Vaticano "estaban muy contentos y llenos de gestos", añadió.
El conflicto con la Iglesia se desató en marzo como consecuencia del decreto presidencial que le quitó el aval a Baseotto como vicario castrense luego de que éste sugiriera tirar al mar al ministro de Salud, Ginés González García, por sus afirmaciones a favor de despenalizar el aborto.
"Cuando hubo que tomar una decisión, el presidente hizo lo que debía hacer. De este tema no deberíamos hablar más; está terminado", insistió ayer Fernández en Ezeiza. Luego aprovechó para destacar la presencia de Kirchner y de la amplia comitiva oficial en Roma: "La asunción del Papa era un hecho fabulosamente importante para la sociedad argentina, que es inmensamente católica".
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Alberto Fernández pidió cerrar el tema.
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