Primero la amistad. Luis Salinas presentará el sábado en El Círculo su álbum grabado junto a músicos de España

"Hacer este disco fue una de las cosas más emocionantes que me tocó vivir"

El guitarrista tocará en Rosario rodeado de invitados, entre ellos el rosarino Franco Luciani

José L. Cavazza / La Capital

Luis Salinas acaba de mudarse a un viejo departamento de Monserrat, en el centro porteño. Está junto a su padre y su pequeño hijo Juan, mientras acomoda algunas de sus guitarras. "Estoy un poco cansado, por la mudanza, por los recitales en La Plata y en el teatro Ateneo", dice en el inicio de la charla. Después se relaja, sobre todo cuando empieza a hablar de su disco recién editado, "Luis Salinas y amigos en España", el mismo que presentará el sábado próximo en el teatro El Círculo pero con sus amigos argentinos.

Del álbum, grabado en Barcelona, participaron músicos que viven en España del nivel de Tomatito, Javier Colina, Jorge Pardo, el argentino residente español Horacio Fumero y Bireli Lagrene.

-El disco cerró un círculo. Voy por primera vez a España en 1997 y desde ese momento hice un montón de amigos músicos, a los que ahora pude reunir en un solo disco. A (Antonio) Serrano, cuando lo conocí, tocaba la armónica en los bares y hoy es un orgullo que exhiben los españoles en cuanto a músicos. Lo mismo pasó con Perico Sambeat, sólo que tocaba en un barcito en Palermo. Lo conozco de ahí, y ahora es el mejor saxofonista español y uno de los mejores de Europa. Después está mi historia con Tomatito o con Jordi Bonell, otro guitarrista increíble de España que llegó a tocar con Jeff Beck. Los guitarristas españoles te ofrecen enseguida un lugar para tocar la viola. Jordi me llevaba a miles de lugares, me presentaba a todo el mundo y viniendo de un tipo que toca el mismo instrumento tiene el doble valor.

-¿Cómo empezó la historia del disco?

-Tuvo que ver también con un amigo, José Reinoso, que me dijo que había una posibilidad de hacer un disco en mi próximo viaje a España. Yo no quería hacer en España otro disco como "Ahí va", porque ya estaba hecho. Le dije: "Por qué no soñamos un poquito", le dije. "Llamá a todos a estos amigos a ver qué te dicen". Cuando llegué a Barcelona, José, emocionado, me decía: "Yo no puedo creer lo que te quiere esta gente aquí en España, porque todos dijeron a qué hora y cuándo grabamos el disco". Además, son tipos difíciles de encontrar todos juntos, son grandes músicos que viajan todo el tiempo. A Tomate hacía cuatro años que no lo veía. Así que fue increíble verlos en el estudio de grabación a todos juntos.

-¿Fue como darte el gusto de tu vida?

-Y sí... Además fue una de las cosas más emocionantes que me tocó vivir en la música. Era como una reunión de amigos, algunos más famosos que otros, pero todos amigos.

-¿Te falló alguno?

-El que no pudo porque no lo dejó el manager fue Raymundo Amador, que pidió un dinero que nosotros no podíamos pagarle.

"Si fuera por las ganas, iría a Rosario a tocar cinco veces por año".