El técnico rojinegro asegura que su equipo está vivo en el Clausura

Ribeca dijo que aún no hay que descartar a Newell's

En las últimas tres fechas, Newell's logró llegar al tan ansiado gol. El mayor karma comenzó a subsanarse. Pero ahora perdió la solidez y el equipo es más vulnerable. Arsenio Ribeca reconoció esta situación y con un toque de humor bromeó que es como una manta corta: "Nos tapamos los pies, pero nos destapamos la cabeza". Enseguida retomó la seriedad y reconoció: "Es cierto, hacemos más goles, pero también nos convierten mucho. Pero más allá de eso, no hay que descartarnos porque aún estamos vivos".

El domingo el técnico se sometió a un silencio sepulcral. La situación se repitió el lunes. Quizás necesitaba tomarse tiempo para apaciguar su bronca interna. Pero ayer su semblante era otro. Tan es así que se paró delante de los periodistas y casi sin que se lanzara la primera pregunta, contó: "Me fui a despejar y apagué el celular. Me costó asimilar la derrota por la manera en que se dio. Era un partido ganado, cometimos algunos errores y nos quedamos sin nada. Hablamos con los muchachos, les dije que ganamos un encuentro casi perdido (frente a River) y no éramos los mejores del mundo. Ahora sucedió al revés, pero tampoco somos los peores".

Ribeca se mostró sonriente, aunque aún le quedan resabios de amargura. Eso sí: trató de disimularlo, y buscó encontrar la explicación a la dolorosa caída diciendo que "son cosas del fútbol" y que deberá trabajar con mayor ahínco para corregir los errores. "Nos hicieron dos goles a través de pelotas parada. Se cometieron fallas por desesperación", expresó.

En el ida y vuelta que entabló con los cronistas en una larga charla, el técnico disparó una frase que sonó más a pedido que a una declaración. "Hay que ponerse las pilas, porque tenemos plantel y aún estamos vivos", dijo.

Los números muchas veces suelen ser crueles, pero reflejan una realidad inocultable. Newell's recibió 11 goles en nueve fechas, los mismos que le marcaron en todo el Apertura. Entonces, la solidez ya no es tal. Ribeca lo aceptó, pero también le encontró una explicación. "Puede ser que suceda eso. Nosotros tuvimos que fabricar un defensor, que juega en un puesto que no es habitual. Domínguez estuvo en un momento increíble, pero se fue y debimos hacerlo debutar a Spolli por necesidad. A Lucero lo pusimos de tres. No es la misma defensa. El año pasado estaba el Coty (Fernández) y Aguirre hasta que se lesionó, jugadores que son titulares en cualquier lado. Hoy tenemos que encarar esto con algunos chicos a los que les falta fogueo. Será por eso que cometemos errores".

Dentro del abanico de consultas también se refirió al famoso achique, propiedad de César Luis Menotti, ahora ex DT de Independiente. El domingo los defensores lo tiraron en algunas jugadas, pero no lo ejecutaron con acierto. Lo llamativo estuvo en la respuesta que entregó Ribeca, ya que el técnico sugirió que en la intimidad le dice al plantel que no juegue al achique. "Por la situación del juego y por desesperación el jugador atina a tirarlo igual, porque ven que marcan mal", comentó.

Como para dejar bien sentado que no le interesa utilizar este recurso, el entrenador añadió que no baja líneas y que sólo pide que sobre un hombre. "Son circunstancias que a veces te llevan a hacerlo. También depende del línea, porque es un arma de doble fila".

En el fútbol nada está predeterminado. Más allá de las precauciones que se tomen y de conocer del rival hasta los mínimos detalles, eso no garantiza nada. La Lepra tomó todos los recaudos y en el último entrenamiento del sábado hizo hincapié en los trabajos de pelota parada, pero en defensa. Sin embargo, "nos convirtieron dos goles. No ejecutamos tiros libres a favor y marcamos un gol de cabeza. El fútbol tiene estas cosas, por eso es lindo", admitió el DT.

"Nos tocó perder y hay que bancar la situación. Estamos vivos, tengo un plantel bárbaro y los punteros tienen que jugar entre ellos. Así que no quedamos descartado, como algunos dicen", abundó.

Un punto donde el entrenador no coincide es cuando se resalta que al equipo le falta cerrar los partidos. "Si nos falta eso, River con todas sus figuras no lo supo hacer ante nosotros. Creo que 10 o 20 encuentros que van 2 a 0, normalmente se dan vuelta. Es un resultado duro y difícil, porque cuanto te anotan el equipo se mete atrás. A los jugadores les había dicho que no lo hicieran, que estuvieran atentos, pero... Dimos vuelta un 2 a 0 con River, no con un equipo de la B. Ahora nos tocó a nosotros, nos ganaron con garra, metiendo y a los ponchazos".

El punto de coincidencia que tuvo con sus dirigidos es la desconcentración. Ribeca cree que ese fue uno de los motivos principales de la derrota y trabaja para corregir ese aspecto. También reconoció que el primer gol del Pincha llegó porque el "Tano (Vella) se cayó, no por no estar atento. Uno toma las precauciones, a veces se da y en otras ocasiones no".

Pomelo dijo que habló con los jugadores para no tirar el achique.