Rivadavia, Rosas y las Malvinas

Contesto con estas líneas la carta del señor Ricardo Carreño, de fecha 11/3, titulada "Rivadavia, deuda externa y default". Desde mis años escolares, la mayoría de los llamados revisionistas históricos, salvo pocas excepciones, se dedicaron a exaltar la figura de Juan Manuel de Rosas, el tirano sanguinario, y a denostar a próceres como Domingo Faustino Sarmiento, en cuyo homenaje se recuerda en todo el continente el 11 de septiembre como el Día del Maestro. Hace pocos años, un ex presidente que repatrió los restos del tirano afirmó orondamente "que lo perdonaba a Sarmiento". Otra víctima ha sido Justo José de Urquiza, vencedor de Caseros y al que los rosarinos debemos tanto. Pero ahora es Bernardino Rivadavia, quien sufriera tantos embates del dictador. Luego Carreño se refiere al empréstito otorgado por la banca Baring Brothers de un millón de libras esterlinas en épocas del gobierno rosista, afirmando que "Rosas se negó a pagar esa infame deuda externa y propuso hacerlo a cambio de que los ingleses devolvieran las Malvinas". Sobre este punto Carreño está mal informado. Paso a referir los hechos tal como fueron, lo que por suerte está documentado: en primer término, cabe recordar que los ingleses se apoderaron de las islas durante el gobierno de Rosas: fue en 1831 y él gobernaba desde 1829. ¿Qué actitud diplomática o heroica tomó contra los usurpadores de nuestro territorio?: ninguna. En diciembre de 1838 se embarca en el "Spider" el embajador argentino en Londres, doctor Manuel Moreno, y pocos días antes el 21 de noviembre el ministro encargado de las relaciones exteriores Felipe Arana, por expresa orden del tirano, le notifica "que debía explorar con sagacidad, si el gobierno londinense era gustoso de tomar en cuenta el archipiélago malvinense como medio para cancelar la deuda pendiente del empréstito de 1826" (documento existente en la Dirección de Asuntos Políticos de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores, expediente 3, año 1842). Pero no todo termina aquí. El 17 de febrero de 1842, llega a Buenos Aires Palicieu Falconet enviado por la firma Baring Brothers y Cía. para insistir en el cobro de los intereses atrasados del empréstito, Rosas designa a su ministro Insiarte para el encuentro donde le manifiesta las dificultades del gobierno para afrontar tales pagos y le vuelve a insistir en la propuesta: ceder las Malvinas a cambio de la deuda. El gobierno de su majestad británica no acepta, con el argumento de que las islas Faulkland, como ellos las denominan, se encuentran en su poder, por lo que no son objeto de permuta. Suerte que el gobierno inglés y los banqueros no aceptaron la oferta, ya que la Argentina no hubiera podido cuestionar su propiedad legítima sobre las islas, en las que algún día flameará orgullosa nuestra enseña patria. Por lo tanto, es el único gobernante argentino que pretendió negociar con el territorio nacional. Bien valen por lo tanto las palabras escritas en la ley de la Legislatura de Buenos Aires de 1857: "Rosas es declarado reo de lesa patria, por la tiranía sangrienta que ejerció sobre el pueblo y por haber hecho traición en muchos casos a la independencia de su patria".

LE 5.483.043