Hacia una nueva educación

La crisis significa una inflexión en la curva directiva de nuestros planes de gobierno y debe aprovecharse para buscar nuevos y mejores planes de estudio de acuerdo a la realidad actual. Mal que nos pese todo el plantel de maestros y profesoras deben ser inscriptos en planes de estudio, existe un abismo generacional entre ellos y sus alumnos, entre ellos y la capacitación que exige el cambiante mundo tecnológico. Estamos inmersos en una capacitación de principios del siglo XX con carreras largas sin suficiente práctica, con exceso de teorías anquilosadas que hacen perder el tiempo lastimosamente a nuestra niñez y juventud. No se aplican las modernas armas que han brindado los avances de la psicología para descubrir las facetas productivas de la mente de los educandos. Así, a un artista en ciernes se lo agobia con problemas de ciencias ajenas a su idiosincrasia, y al científico en germen se lo aburre con historias y actividades ajenas a su mente científica. Se suministran computadoras a las escuelas carentes de personal de seguridad con lo que son pasto de los delincuentes que proliferan como hongos. No se atiende la limpieza de los establecimientos educativos con porteros que miran pasivamente a los que entran y salen y no se dedican a la limpieza porque en nuestro país la suciedad no parece molestarnos. Tiene que haber personal de seguridad capacitado de día y de noche en los establecimientos educativos y personal de limpieza adecuado, que pueden ser agencias profesionalizadas en ese tema.

Susana Margarita Brack