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domingo,
17 de
abril de
2005 |
Golpes, agravios y detenidos
La tarde de Gerli terminó calentita. Los hinchas del equipo local despidieron a sus jugadores con el famoso "pongan huevos... porque sino van a cobrar". Para ser sinceros, lo que pedían los hinchas fue lo único que mostraron los futbolistas locales durante los noventa minutos.
Sin embargo, los simpatizantes no lo entendieron así y por eso el reclamo que no cayó nada bien en el plantel, que decidió salir a enfrentarlos.
Así se vio a Morquio, Blanco y Bustos, entre otros, dar y recibir. Resultado: tres hinchas detenidos, varios jugadores locales y el presidente Merelas declarando en la comisaría y los periodistas sin poder dejar el estadio por decisión policial.
El único que estaba autorizado a abandonar el estadio era el micro que transportaba al plantel tirolense. Pero los muchachos tuvieron que esperar hasta casi las 7 de la tarde porque a Diego Romano se le extendió más de la cuenta la rutina del antidoping debido a que el Chiqui no podía orinar.
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