|
domingo,
17 de
abril de
2005 |
Polémica por una acusación contra Bergoglio
El abogado Marcelo Parrilli interpuso el viernes una presentación en un tribunal de Buenos Aires donde acusa al cardenal Jorge Bergoglio por tener vinculación con el secuestro de dos sacerdotes, durante la dictadura militar. El vocero del considerado candidato a ser Papa calificó la denuncia de "vieja calumnia".
El diario italiano Corriere della Sera calificó ayer las acusaciones como "una infamia alimentada por los enemigos de Bergoglio", y dijo que por el contrario, en vez de participar en los secuestros, el cardenal contribuyó a ganar la libertad de ambos. El artículo no dio las fuentes de su versión.
El caso data de mayo de 1976, cuando los sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics fueron secuestrados por un grupo de la marina argentina. Ambos reaparecieron cinco meses después, drogados y semidesnudos, en las afueras de Buenos Aires.
Bergoglio era entonces el superior de la Compañía de Jesús en Argentina, y pidió a Yorio y Jalics que dejaran la labor pastoral que desarrollaban en villas miseria. Como se negaron, Bergoglio los separó de la orden y fueron secuestrados poco después.
La acusación contra Bergoglio aparece en "El silencio", un libro recientemente publicado del periodista Horacio Verbitsky, a quien el vocero Marcó calificó como "un señor de dudosa fama que se hace propaganda para vender un libro" y que "aprovecha este momento".
Verbitsky dijo que no tenía nada que ver con la acusación y destacó que su libro se publicó en febrero, antes de la enfermedad de Juan Pablo II.
El periodista agregó que el libro no sólo contiene acusaciones de los familiares de los sacerdotes de que Bergoglio los hubiera "entregado", sino también la versión de Bergoglio, según la cual éste dijo que "lo que hice fue decirles que se fueran de la villa y no lo hicieron".
El actual cardenal "privilegió la seguridad de la Compañía de Jesús sobre la seguridad de los sacerdotes", dijo Verbitsky.
Yorio murió en 2000. Jalics, que estaba en un retiro en Wilhelmsthal, Alemania, dijo que no quería hablar sobre el caso. "He estado fuera de Argentina 27 años y no quiero revolver estas cosas del pasado", señaló. Cuando se le preguntó su opinión sobre Bergoglio, respondió: "No tengo opinión ni a favor ni en contra. Yo quiero callarme".
Marcó desestimó la posibilidad de que la denuncia perjudicara las posibilidades del cardenal Bergoglio en el Cónclave que comenzará mañana. "No hay candidatura que se caiga porque nunca pensamos en esa posibilidad", aseguró.
De ser elegido, Bergoglio sería el primer pontífice jesuita. (AP)
enviar nota por e-mail
|
|
|